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-Alex, ¿puedes sacarte esos audífonos por un minuto por favor?- la miré y accedí a su petición- Gracias linda, ahora, necesito que lleves esta última caja a la camioneta.
-Está bien- la tomé- uuff, ¿que metiste aquí mamá? ¿Piedras?- dije molestandola.
-No seas tonta, son mis discos viejos hija- dijo sonriendo, amaba esa sonrisa, me llenaba de vida, si mi madre era feliz, yo también lo era.
-Okey ma- caminé con la pesada caja hasta la camioneta, donde estaba mi papá- oye, ¿me ayudas?- le dije entregándole la caja repleta de discos viejos- bien, esa fue la última.
-¿Estás segura cariño? ¿No se te olvida nada?-.
-Muy segura pa- me subí en los asientos traseros, seguida de mamá, quién venía con una bolsa con unos sandwiches, pues el viaje sería más o menos largo.
-Aquí vamos- dijo papá al volante, encendiendo la camioneta para partir a nuestra nueva casa, nunca había ido, mis papás querían que fuera sorpresa.
Estábamos conversando sobre lo que venía para mí en este año, pues, estamos a mitad de último curso y tengo que prepararme para la prueba de admisión a universidades, la cual es en 5 meses más, en octubre.
Hoy volvíamos a la ciudad, estábamos en la casa de campo, disfrutando de las vacaciones de invierno, estaba lloviendo, hacía frío y admirando la lluvia caer me quedé dormida.
-Cariño, despierta, tienes una llamada- escuché la dulce voz de mi madre llamarme desde el asiento de copiloto, me levanté de mi asiento y recogí mi teléfono, el cuál había caído mientras dormía, y efectivamente, tenía una llamada entrante de mi amiga.
-Gracias mamá- le dije sonriendole.
-¿Hola?- contesté.
-Amiga, ¿tienes los apuntes para la prueba de historia que tenemos esta semana?-.
-Si, Ana, yo estoy bien, gracias por preguntar, ¿como estás tú?- Dije con un tono de burla.
-Oye no seas mala, disculpa, yo estoy bien, y dime ¿los tienes?-.
-Obvio que los tengo estúpida, pero ahora voy llegando a la ciudad, camino a la nueva casa, cuándo llegue te los envío, ahora no los tengo a mano, mis cuadernos vienen en las cajas, por cierto, me había olvidado de esa prueba.
-Ah, está bien, los espero entonces, luego me dices donde queda tu nueva casa, y si, ese caballero no se cansa, apenas vamos a entrar de nuevo a esa rutina y ya nos da pruebas, ¿acaso no piensa en nosotros?.
-No lo sé, siempre ha sido así, que nos ponga prueba la semana en la que entramos al segundo semestre no es sorpresa, lo hace todos los años, ya estoy acostumbrada, además es nuestro último año con él, sólo hay que soportar otro po ¡Papá, cuidado!- Sentí ese impacto, seguido de un grito de mi mamá, quejidos de mi papá, además de mi cabeza siendo azotada hacia la ventana derecha que se rompió producto del golpe y luego, todo se volvió negro.

...A...

Fake Smile - 偽りの微笑みDonde viven las historias. Descúbrelo ahora