Fake Smile - 偽りの微笑み

VII

-¿Quieres un café? -
-bueno-
Y así Laura me dejó sola en su oficina... Estaba tranquilamente pensando en que Laura tiene muy buenos gustos en decoración y que es una buena madre de perros. Olvidé como era el nombre de la cachorrita blanca más pequeña que había adoptado hace poco asique le pregunté en cuanto escuché la puerta de la oficina abrirse.

-¿Cómo se llamaba la cachorrita? -

- Según lo que me ha contado Laura, la cachorrita se llama Lisa-

Ok... Esa voz claramente no era de Laura, asique me di vuelta para ver quién era la extraña que respondía la pregunta que le había hecho a mi psiquiatra. Una vez giré mi cuerpo en dirección a aquella muchacha mis ojos no podían creer lo que veían, era una chica como de mi edad, más alta que yo (unos 1,56 cm), pelo rizado hasta por debajo de los hombros, vestía un pantalón negro ceñido al cuerpo, unos botines negros y una polera roja con blanco, usaba unas cuantas pulseras en sus muñecas y unos lentes adornaban su hermoso rostro, era demasiado linda y quedé anonadada, como que podía imaginar mi cara de babosa y me dí una face-palm mentalmente, entonces recordé que debía mantener la compostura y presentarme como era debido o al menos pregutarle quién era como para irrumpir en la oficina de Laura sin siquiera tocar. Pero antes de poder decir palabra alguna, Laura entró en su territorio, me entregó el café en la mano y habló.
- Alex, ella es Montserrat, amiga mía, desde hace unos años, Monse, ella es Alex, la chica de la que te hablé -

La muchacha se notaba nerviosa y no entendía por qué.
-¿Monse? -
- Ah, si, Alex, mucho gusto, Laura me habla seguido de tí y de como has ido avanzando en terapia-
- El gusto es mío Montserrat, por cierto, Laura, no sabía que yo era tema de conversación entre tus amistades-
-Bueno, no es como que hable tooodos los días de tí, es solo que mi amiga aquí presente vió unos papeles, tu diagnóstico y se interesó en saber quién eras y tu historia, desde entonces ha estado interesada en conocerte, hasta que por fin llegó el día -

Me sorprendió su respuesta, nunca pensé que una chica tan linda como ella estaría interesada en conocerme, aunque, pensándolo bien, solo quería conocer mi caso, y tal parece que soy la atracción del circo, en este caso el espécimen más raro entre los pacientes de Laura, asique supe que no debería hacerme ilusiones con esta chica, no saldría bien, estoy segura de que ella solo quería conocerme por temas de trabajo, alomejor además de ser amiga, era aprendiz de Laura.

-Está bien, tengo que ir a mis clases, nos vemos mañana Laura, adiós Montserrat - y me fui, sin dejar que dijeran palabra alguna, no quería seguir ahí, me sentía un experimento, y no quería sentirme así.