𝗙𝗢𝗥𝗚𝗘𝗧 𝗠𝗘 | cherik

𝗢𝟭. ¿𝗣𝗲𝗿𝗱𝗼𝗻𝗮𝗿 𝘂 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗮𝗿?

Su mente siempre se había cuestionado que era mejor. ¿Era mejor idea perdonar? ¿O es que acaso lo mejor que se debía hacer en cualquier situación era olvidar? Sin duda alguna, ese era una interrogante que rondaba por la mente de muchos: Charles lo sabía, especialmente, porque aquella simple pregunta solía vagar por cada rincón de su inestable mente cada que tenía oportunidad.

Nunca pensó lo cierto que podrían llegar a ser esas palabras o incluso lo difícil que podría ser el "llegar a tomar una decisión entre ambas". De cierto modo, le aterraba. Pero... ¿cuál era la situación que lo mantenía así? ¿Por qué no sabía si lo correcto era perdonar u olvidar? Bueno, la razón específica tenía un nombre y un apellido: Erik Lehnsherr, que, por más que su mente se convenciera de perdonar las cosas que este hacía, al final siempre volvían a suceder: había daño, y no sólo para él. Porque por más de que lo amaba, por más de que intentaba ayudarlo, las cosas se le salían de las manos tarde o temprano, tal y como era costumbre.

Su mano se aferró a aquella silla, esa que desde hace tiempo se había vuelto como parte de él. Se había olvidado completamente de ella por un tiempo... por fin podía descansar al tener aquel suero que Hank había creado: porque aunque su telepatía se volvía inerte, se sentía bien con poder estar tranquilo -si es que se le podía llamar de esa manera-. Pero luego de todo lo ocurrido, se vio obligado a volver nuevamente a esa vida, no le molestaba, al contrario... desde que Logan le dijo que buscara a los x—men y desde que vio cada parte de aquellos recuerdos, supo que sería el momento.
Sus ojos se dieron a la tarea de cerrarse, esperando sentir algo, ese algo que ni él mismo podía identificar.

—¿Estás bien? — una voz conocida le interrumpe en su búsqueda de paz, o mejor dicho, en su búsqueda de soluciones para ello.

—Lo estoy... — decide responder, volviendo a abrir sus ojos para encontrarse con su buen compañero: Hank.

—Dime que no lo estás pensando... — los ojos detrás de esas gafas lo habían mirado de una forma fija, mostrando un rostro de preocupación mezclado con uno de confusión—. Charles... ya lo hablamos...

—Hank... — comienza soltando, mientras un ligero suspiro abandona sus labios. —Sólo quiero ayudarlo, sólo necesito saber que él estará bien, que no sucederá nada malo... — entonces, baja la mirada.
Y es que a fin de cuentas, aquello no era más que simple verdad. Charles siempre pensó en poder ayudar a su viejo amigo, ofrecerle un hogar, ofrecerle... un tipo de familia o alguien en quien apoyarse. Tenía dones, un poder que a Xavier le parecía admirable. Siempre supo que Erik podía llegar a más, que era mucho más fuerte de lo que pensaba siempre y cuando usara eso para el bien... porque también sabía que la rabia lo invadía de forma constante, sabía que sólo quería saciar su dolor aunque esa no fuese la mejor manera.

—¿Y crees que hacerle olvidar todo le hará mejor? — Charles se queda callado ante eso. Bien parece como si estuviera tratando de asimilar aquel cuestionamiento con la mayor determinación posible—. Es un adulto... y tú eres uno también. No creo que al gran Charles Xavier le sea imposible sobrellevar los problemas.

—No es eso, sólo... el mundo... es demasiado perfecto para tanta gente rota, no quiero que Erik...

—Esto no va a protegerlo...

El silencio hizo presencia en el lugar y no es debido a que aquello "fuera verdad", simplemente las palabras adecuadas no eran capaces de escapar de los labios del telépata.

Charles alza una ceja ante el comentario y ante el silencio que se ha presentado. Quizás era cierto, quizás hacerlo olvidar no iba a protegerlo, pero tal vez sería posible proteger la relación entre humanos y mutantes... o es que quizás, sería posible proteger aquellos corazones destrozados. Su mente ni siquiera lo tenía claro por completo.

—No me protegerá a mí... — exclama mientras avanza un poco en aquella silla, pasando justo al lado de Hank—. Pero, sé que podrá serle de ayuda a él.

—Profesor, no creo que... — la mirada azulada hace presencia en la ajena mostrando confusión. Por otro lado, Xavier lo aprovecha; una de sus manos se dirige a su sien y aunque odia tener que utilizar ese tipo de don en las personas en quien confía, a veces llega a ser lo mejor. ¿Se arrepentiría luego? Esperaba que no. ¿Pasaría algo malo...? Si hablamos con sinceridad, desde que todo comenzó, todo estaba lleno de cosas malas.

—Le será de ayuda... — vuelve a repetir y parece que la magia había hecho presencia en el lugar. De forma telepática, aquel comentario invade la mente de Hank, volviéndose un pensamiento que le hace creer justamente lo mismo.

—Tienes razón... — asiente y entonces, sale de la habitación dejando unos ojos azules cristalizados a sus espaldas debido a los problemas y pensamientos que el dueño de estos trataba de sobrellevar.

Charles se mantiene observando, rogando porque sus pensamientos no sean más fuertes en ese momento. No quería dejar a Lehnsherr, sin duda que no, pero, ¿Qué solución habría si no era esa? La única cosa que podía ayudar a ambos en ese preciso momento era... olvidar. Por más que doliera, por más que su corazón siguiera acelerándose al escuchar su nombre, no quería continuar viviendo con el saber de no tenerlo cerca, con la idea de dañarlo.

Porque Charles Xavier creía que lo mejor era hacer que Erik Lehnsherr se olvidara de él, de las cosas que vivieron, de aquel daño causado... olvidar, aquellas cosas que alguna vez amó y todo lo que rompió a causa de ello.
¿Su propósito? Proteger a aquella persona que lo hizo sentir, aún cuando le había arrebatado lo esencial.