El hijo de Megatron

prólogo

(Celest y megtaron)

Muy pocos habían conocido a los viejos y amorosos Celest y Megatron, solo los conocían por su reputación de acabar con quién se interpusiera en su caminó, los pocos que los han visto, solo pueden ver una cosa en sus ópticas y era venganza.

Hubo una época en la que ellos eran felices, fue después de que cybertron se apagara, se habían alejado de la guerra y de los autobots, los Decepticons vivían en paz.

Todos los soldados respetaban a Megatron y Celest y habían amado a su hijo, el primer espumoso nacido durante la guerra, el pequeño era tan energético e inteligente. les había traído una paz y tranquilidad a todos, en su pequeño escondite en la Tierra

Pero un día toda esa tranquilidad y paz se fue cuando los autobots atacaron su escondite, megatron y los demás decepticons cubrieron a Celest para que está escapara con su espumoso.

Cuando Celest estuvo lo suficientemente alejada, penso que podía relajarse, pero fue un error cuando sintió que algo la golpeaba en al espalda y la dejaba inconsciente.

Cuando despertó se encontraba en los brazos de su amado, este le dijo una desgarradora noticia, su espumoso no había sido encontrado y lo único que había cerca de ella era un rastro de energon.

La spark de Celest y megatron se rompieron ese día, ninguno de ellos dos volvió hacer los mismo, ambos eran más frío y despiadados con todos los autobots.

En sus ojos se ponía ver una rabia infinita y una sed de venganza.

(Rafael)

Raf no podía recordar a sus padres biológicos, lo único que recordaba era llegarna una granja cuando tenía cuatro años dónde fue encontrado y adoptado por la señora Esquivel.

Había momentos en su cumpleaños que recordaba fragmentos de sus padres, pero solo eran voces, cómo palabras de consuelo o canciones de cuna pero era en un idioma muy diferente pero a la vez familiar, por mucho que intentará no podía recordar la cara de sus padres, eso era lo que más lo enfurecía.

Había una peculiaridad que Raf tenía y era que cuando se enojaba sus ojos brillaban de colo rojo, pero si era por valentía o determinación era de color azul. Solo habían dos personas que sabían de esto, las cuales eran su hermana pilar y su madre Angela Esquivel.

Aunque su vida con su madre adoptiva era la mejor, apesar que él señor Esquivel y sus hijos lo odiaban, había momentos en lo que el quisiera recordar a sus padres y poder estar con ellos o saber porque lo abandonaron

Tantas preguntas sin respuestas, por los momentos solo tendrían que conformarse con vivir al lado de su madre y hermana.