Capitulo 26 - "Cuentos y teorías"

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Kalani Grithey.

Me quedo en silencio , observando a Nikolai que también guarda silencio.

No sé bien que decir y termino apretando mis nudillos , y me doy cuenta de que todavía no me pongo los guantes.

Los localizo frente a Nikolai que parece estar tratando de adivinar lo que estoy por hacer , me estiró para alcanzarlos pero el los agarra antes.

— Me gustan mucho tus manos.— Confiesa.— No te las cubras.— Me levanto y me plantó frente a el.

Le arrebato los guantes de las manos.— No lo hago por preferencia , lo hago por deber.

— Pero aquí no debes , no tienes porque hacerlo.— Siento sus ojos observar como me quitó los guantes.— ¿Siempre que tocas algo puedes ver algo de su pasado o saber lo que siente?.

Junto los labios.— Si , supongo.

— Entonces porque cuando me tocaste la otra noche no viste nada , ¿o si?.—  Sus ojos buscan los míos y yo solo lo observó un segundo.

— No , no ví nada.— La repuesta salió más rápido de lo que tenía pensado y Nikolai suelta una risa en respuesta.

— Tranquila , princesa, no iba decir nada indebido.— Una sonrisa burlona se asoma en sus labios y no puedo evitar sonrojarme al recordar esa noche.— No te sonrojes o realmente creeré que te gusto.— Pasa por mi lado mientras usa mis palabras en mi contra.

— No me importa lo que creas.— Me cruzo de brazos y el se lanza a un pequeño sofá.

— Si, si lo hace.

— No , claro que no.— Me alzó de hombros.— No me ví nada esa noche y no me interesa saber nada.

— ¿No tienes curiosidad de saber que siente o que le era de la vida de uno de los ladrones más buscados de Margadan?.

Si , claro que me da curiosidad.

— No.— Miento.— Supongo que no me importa conocer algo en el que tengo que intervenir para saber , sino , lo que quieras compartir conmigo. — Me siento en el otro sofá y me cruzo de piernas y de brazos esperando alguna respuesta.

— Bien.— Nikolai parece pensar que cosa es factible contar frente a la princesa.
— Soy el segundo de cuatro hermanos y..

— ¿Tienes más hermanos?.— Mi entusiasmo se nota en el tono.

— Si , hermanas , tres hermanas.— Nikolai juega con sus anillos mientras mira un punto fijo en el suelo. La lámpara de gas le ilumina el rostro dándole un toque dorado a su piel poco bronceada.— Me encanta mi tripulación, disfrutar del mar y lo que nuevas tierras pueden ofrecerte , pero , nada se compara con el volver a tu hogar.

— ¿Las echas de menos?.— Mi voz sale casi en un susurro.

Los orbes verdes con motas doradas me observa fijamente.— Si , mucho. — Nikolai inhala profundamente y se masajea la sien derecha. — ¿Tú extrañas a tus padres?.

Una oleada de melancolía me inunda , ¿Que será de mis padres en Murville?.

— Si , tambien los extraño.

— Me encantaría tener una brújula giradora para ir a visitarlas.

— ¿Una que?.

— ¿De que te sirvió tener tantos criados cuando niña si nadie te leía cuentos?.— El rubio apoya sus codos en sus rodillas y me observa burlón.

— Para tu información , si me leían cuántos antes de dormir. Quizás no los mismos que a ti

— No puedes no saber que es la brújula giradora.— Nikolai me mira divertido con una semi sonrisa que me causa ternura.
— ¿Annalise la ladrona del más allá?.

— No sé de qué me estás hablando.

Nikolai se para y busca entre los estantes y vuelve segundos después con un pequeño libro entre las manos. Un libro verde oscuro con detalles planteados y un titular en la portada.

“Las doscientas dos aventuras de Annalise y  Caleb".

Sus blancos dedos acarician las polvorientas páginas del libro teñidas de amarillo por el paso de los años. Se aclara la garganta y me dedica una corta mirada.

— ¿Vas a leerme un cuento?.— Un tono burlón se me escapa y el entrecierra los ojos.

— Si , no puedo creer que no sepas de que estoy hablando. — Cierra el libro pero no pierde la página.— Y como soy un prodigio humilde voy a compartir mi relato contigo.

— Wow ,vamos prodigio suelta lo que tienes.

Nikolai me mira una última vez y vuelve a abrí el libro.— Mejor lo resumo con mis palabras , es demasiado largo.

Nikolai me mira una última vez y vuelve a abrí el libro.— Annalise era una huérfana que se dedicaba a  robar objetos prestigiosos en su pequeño pueblo a orillas del lago Niley.  Annalise era extrovertida y problemática muchas veces terminaba  arrastrando a alguien con ella.

Un día Annalise en un arrebato de rebeldía contra las personas , decidio ir al límite del páramo que dividía el lago Niley, dónde habitaban los peores sobrenaturales. Al llegar fue interceptada por los guardianes trolls que vigilaban que los humanos no entraran al lugar mágico.

Annalise entraba constantemente al páramo a observar criaturas , he incluso algunas veces venía con compañia , todo estaba bien hasta que el rey de las hadas supo que humanos estaban en sus tierras . Una temporada los duendes del lago Niley comenzaron a desaparecer y las criaturas lo único que hacían era hechar culpa a los humanos que habían usurpado su territorio y que por esa razón los guardianes del agua se habían ido.

El Rey harto le dijo a la humana que si se iba y no volvía nunca le daría lo que más anhelaba.

El Rey suponía que Annalise deseaba poder y que en algún momento sería demasiado poder para una humana y terminaría muriendo de una forma y otra.

Pero Annalise recibió una brújula que al girar te teletransportaba temporalmente hacia donde quisieras. Por ende se convirtió en la ladrona más buscada de las últimas décadas , nadie parecía poder encontrarla , parecía estar en el más allá , como si su cuerpo realmente no existiera.

Annalise murió años después y su brújula se perdió , o eso creían hasta que alguien la encontró.

— ¿Quien?.— Pregunto mordiendo la uña de mi dedo índice.

Nikolai hace silencio un segundo.— El señor de las nieves.— Siento mi cuerpo tensarse cuando lo nombra , un escalofrío me recorre y me aprieto los nudillos.

— ¡No digas su nombre!.

— No lo nombré.— Nikolai cierra el libro y lo deja sobre un taburete.— ¿No me digas que le tienes miedo?.

— No es miedo , es temor.

— ¿Sabes que no existe verdad?.

— ¿Y que si , si?.

Nikolai solo me observa espectante.—No tendrás pesadillas esta noche , ¿Verdad?. El señor vendrá en la noche y te agarrara los pies muestras duermes.— Da una zancada hacia mi.

— Ojalá , así no tengo que verte más.
— Me pongo de pie.

— Anhelas verme , lo sé. — Su dedo acomoda un mechón detrás de mi oreja.
— Aunque si tienes miedo , ya sabes dónde es mi habitación.— Me golpea suavemente la punta de la nariz con su dedo índice para después guiñar un ojo y agarrar la lámpara de gas.

El Último Rey - [De fuego y sangre #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora