I really love you [kt]

Kapitel 10

Había transcurrido un mes desde la ultima vez que se había encontrado con Jungkook, recientemente cumplía los dos meses de embarazo y presentaba antojos raros pero después de cumplir con sus caprichos, las ganas de devolver el estómago lo atacaban.

Jin se portaba bien con él, cocinaba cosas ligeras pero demasiado deliciosas, siempre que llegaba a casa llegaba con algún dulce; Taehyung puchereaba y mientras comía lo que sea que le llevara decía: Vas a engordarme, Jinie.

Se sentía de mejor ánimo, solo que cuando Jungkook invadía su mente no podía el evitar ponerse nostálgico y derramar unas cuantas lagrimas, imaginando como sería toda esta etapa junto a él si no hubiese sucedido lo que sucedió.

Pero eso eran, imaginaciones. Y siendo sincero, dudaba salir de ahí.

Se la pasaba en casa -de Jin, obvio- la mayoría del tiempo y días, algunas veces salía a caminar por algún lado, algunas veces se encargaba de ayudar a hacer las compras de la casa y otras veces simplemente salía a conseguir algo para comer por eso de los antojos que estaba presentando.

Jin hace unos días le comento que había encontrado a una ginecóloga muy buena, que era recomendada por alguien de su confianza y que la cita ya estaba hecha; así que en unos días tendría su primera cita para ver a su pequeño bebé y su desarrollo en estos dos meses. ¿Se sentía emocionado?, ¡pero claro que si! A pesar de que posiblemente iría solo o con Jin -dependiendo de los asuntos que tuviese ese día-, daba igual, ¡por primera vez vería a su bebé! Aunque aun no tuviera la forma de uno y pareciera una pequeña semilla.

Era su bebé y lo vería, por eso y nada mas por eso es que se encontraba así de emocionado.

Estaba recostado en su cama, no tenia ya nada mas que hacer -porque si, ayudaba con los deberes de esa casa-, veía cualquier cosa en la televisión y después de unos determinados minutos le aburría y volvía a cambiarle de canal. Un mensaje de Jin llego a su teléfono, este decía:

Dejando su teléfono en la mesa de noche, se levantó de la cama y salió de la habitación, bajando las escaleras hasta la cocina. Tenía hambre y eso que no hace mucho había comido, llevo una de sus manos a su -aún plano- vientre, dejo una caricia y sonrió tierno.

Abrió la nevera y rebusco algo que llamara su atención. Hasta que encontró una rebanada de pastel, ¿Cómo es que eso había llegado ahí? y, ¿Cómo es que no lo había visto antes? Lo saco y empezó a salivar más por el antojo. Se sentó en la isla y cogió una cuchara, corto un poco y lo llevo a su boca.

Delicioso.

Se concentro tanto en comerlo que cuando menos se lo esperaba, estaba limpiando la pequeña charola en donde anteriormente se encontraba el pastel. Sonrió sin motivo.

Bebió un poco de agua para quitar ese sabor empalagoso y salió de la cocina, subió de nuevo hasta su habitación, se acostó en su cama y se quedó profundamente dormido.