Capitulo 3

15 2 0
                                    

Capitulo 3

 “quiero que tu mundo empiece y acabe conmigo”.

Trilogía Cincuenta sombras

 

El era joven, de tez clara, de ojos azules como el cielo y cabello negro como el plumaje de un cuervo. Supongo que lo que me sorprendió de tal manera fue que el era joven, no se supongo que esperaba ver a alguien mayor con una hacha o que se yo lo que tenga la muerte y no esto: un joven de diesi mucho o venti poco años de edad.

Al verme paralizada el chico, sonrío de una manera macabra que me dio escalofríos. —bueno, bueno que te trae por aquí niña— dijo mientras se paraba del escritorio y con un andar felino se acerco a mi, si antes estaba temblando ahora era gelatina derretida. —Bueno, vengo a decirle que usted cometió un grave error—dije agarrando valor donde no tenia. El me miro desconcertado para luego mirarme con gracia —mira niña la muerte no se equivoca, a todos les toca cariño— dijo guiñándome el ojo, estaba a punto de explotar ¿quien se creía?’ “hummm…. No se tal vez la muerte” me dijo mi conciencia.

—bueno, bueno no me mires a si; ven siéntate y vamos a ver lo que paso— dijo señalando una silla al frente de el. Me senté, era realmente cómoda, vi como el buscaba en una computadora algo. —humm… vamos a ver Elvira Ramos…. Muerte causada por un accidente de auto…. edad…. — decía el, mientras yo estaba en shock ósea a quien se le ocurre ponerle ese nombre a una niña, no me lo puedo creer; en fin íbamos por la edad, pero el se notaba confundido— humm… bueno para tener cinco años estas bastante desarrollada— dijo con una ceja alzada, y volvía a preguntar ¿Quién se creía? Para mírame así…. Un momento dijo cinco años— eso es un error tengo quince años no cinco— dije algo histérica.

Después de veinte minutos que ni siquiera se si pasaron mas, el se la paso haciendo llamadas como loco y gritando a no se quien. Cuando se tranquilizo o eso creo se acerco a mi—mis disculpas, pero a habido un grave error y no se que hacer o decir al respecto. —dijo dándome una mirada de disculpas. —humm… quizás si me dejas regresar al mundo de los vivos te perdonaría por el error—poniendo mi mejor cara de inocente.

— ¡ja! Si las cosas fueran tan fáciles— dijo riéndose a carcajadas. —y ¿no lo son? —pregunte confundida, el chico debería ir a ver un medico cambiaba de emociones lo que yo duro en pestañar. —mira niña, esto no es un juego OK; el mundo esta compuesto de reglas y no puedo simplemente estar mandando a quien se me de la gana al mundo de los vivos, ósea ¿que pensaría los demás muertos? — me lo explico como si fuera una niña con quien hablaba. —pero ¿no hay otra oportunidad? —pregunte. —no pequeña, no la hay lo lamento— dijo mientras posaba unas de sus manos en la mesa.

— ¡por favor! Hare lo que sea para ir de vuelta— dije pero era muy tarde para arrepentirme, su cara cambio radicalmente y con una sonrisa me dijo:

—Lo que sea— y como tonta desesperada respondí:

—si, lo que sea—

L'errore di morteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora