- Fue diferente esta vez.- Voltee a verlo.
- ¿Que fue lo que cambió? - Pregunto el psicólogo.
- Todo.
- Podrías especificar que.
- Ya no estaba tirada en el charco de sangre, los cuerpos de esos animales no estaban. Fue completamente diferente. - susurre con los ojos llorosos.- Fue peor.
- Cuéntame tu "sueño". - El psicólogo se acomodó mejor en el asiento y con pluma en mano comenzó a escribir en la libreta.
- estaba en un lugar oscuro y había mucho ruido pero estaba sola. Escuchaba voces pero no lograba distinguir que decían, eran muchas voces, sólo le puedo decir que lo que decían parecían ser lamentos, yo quería dejar de escucharlos y al parecer, ver mi desesperación les causaba gracia. De repente todo cambio, estaba en la calle pero las voces no se iban, había mucha gente y no entendía donde estaba, sólo sabía que esas personas eran malas. Apareció un niño y me iba con él y el entorno volvía a cambiar, estaba en el bosque, el niño me estaba guiando hacia un camino muy bonito, porque había dos caminos, uno muy feo y el otro muy bonito después de pasar ese camino me llevaba a otro camino también muy bonito pero noté ciertas cosas, mi cuerpo se difuminaba ¡Estaba desapareciendo! Cuando intente regresar, el niño que por cierto se convirtió en un monstruo me golpeo y sabía que sí no hubiera sido porque desperté me hubiera llevado hacia ese camino.
- Entiendo... - dijo lentamente el psicólogo escribiendo una cuantas cosas más en su libreta
- Pero eso no fue todo. - Quite la vida de mis manos para verlo fijamente.- al despertar - Mi voz comenzó a temblar.- tenía marcas, las mismas marcas que me había echo el niño que se había convertido en monstruo. - cambio mi vista del psicólogo hacia la pared detrás de él.No puedo apartar la vista de esa pequeña mancha roja, se que el psicólogo esta hablando pero por alguna extraña razón no puedo prestarle atención, su voz se escucha como un sonido lejano. Intento encontrarle forma a esa mancha roja y veo una sombra alta.
Me levanto pensando que la sombra que se ve en la pared es del psicólogo al levantarse y cuando lo volteo a ver me sorprendo al verlo sentado en su asiento, volteo hacia la sombra que se mueve alejándose de donde estaba y se me eriza la piel.
No hay nadie además de nosotros ¿Como es que esa sombra esta moviéndose?Murmuro un rápido "tengo que irme" y salgo de su consultorio.
Camino hacia el metro, compro el boleto y a continuación lo paso por la máquina, dejándome pasara.
Tomó asiento en mi lugar una vez llegado el metro y veo a un hombre vestido completamente de negro sentarse frente a mi, el lugar esta casi vacío, salvó una pareja de ancianos,
dos señoras que no paran de hablar dejando descuidando a sus niños, el señor que esta frente a mi y yo.Golpeo el suelo con el pie a causa de los nervios que tengo, quiero llegar ya a la casa, están pasándome cosas muy raras.
Volteo a ve al hombre frente a mi y lo veo viendo hacia el piso.Suspiro.
Odio todo esto.
Escucho el sonido que anuncia una llamada entrante a mi celular, contesto sin ver de quien es la llamada.
-¿Hola? - espero a que la persona que está del otro lado de la línea conteste pero sólo escucho el sonido de una respiración.
-¿Hola? - vuelvo hablar y nadie contesta, sólo se escucha la respiración , siento como mi corazón se va acelerando, escucho una risa de fondo y una voz regañando a la persona por haber arruinado la broma. Suspiro aliviada al conocer perfectamente esa voz. - Lucas, eres un idiota.- sonrio.
- ¡Ash! Pues fíjate mi reina que de ti lo aprendí.- Me contesta fingiendo una voz de mujer. Pongo los ojos en blando y dejo escapar una carcajada.
- Sigo insistiendo que eres un idiota.- lo escucho reírse y a continuación me comienza a platicar sobre la vergüenza que hizo nuestra amiga en el centro comercial.Bajó de la estación y camino unas cuantas calles hasta llegar a mi casa.
Estoy cansada y mi madre no esta.
Me acerco al sillón ya que ni loca voy a mi habitación y me acuesto a tomar una pequeña siesta.
Con la esperanza de que todo esto acabe.

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D R A M A
AcakSiénteme. ¿lo sientes? Las flores caen de nuestras tumbas y me pregunto. ¿Me dejarás ir? ¿Desistirás en este amor? Cierra la tumba y entierrame.