| Capítulo 11 |

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Esta es la primera vez  que mi padre y yo estamos en medio de una situación incómoda

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Esta es la primera vez  que mi padre y yo estamos en medio de una situación incómoda. Desde que llegamos al restaurante, ninguno de los dos habló. Él miraba su reloj constantemente y yo pretendía tener mi atención en mi móvil.

Estoy pensando en dos cosas: su novia es impuntual o no sabe cómo empezar a hablar para decirme lo que sea que nos haya traído aquí.

Ya empezaba a rugir mi estómago. Cuando llegaron a tomar nuestra orden, lo único que mi padre pidió fue un trago de whisky para él y un vaso de jugo de naranja para mí. Como si esta hija suya, acostumbra a tomar jugo de naranja fuera del desayuno.



—¿Por qué estamos aquí, papi? —inquirí, cruzándome de brazos.

—¿No puedo salir a cenar con mi Cupcake?

—Dijiste que tenías algo que decirme... Así que habla —lo observé con atención esperando a que dijera algo.

—¿Qué se te antoja? —preguntó ojeando la carta. Ahora evita responder mi pregunta—. Si me preguntas a mí... Todo se ve delicioso.

—Papá... —Traté de poner mi mejor cara seria.

—Tienes que prometerme que te vas a mantener tranquila, Sol —rogó—. Si no hice esto antes, fue porque no sabía cómo decírtelo.

—¿Vas a decirme que tienes novia?

—¿Ya lo sabías? —tragó saliva.

—Te conozco, papito —dije entre risas—. Puedes engañar a cualquiera menos a mí.



Él no pudo decir nada más, porque una mujer se acercó a nosotros y, supuse que se trataba de la susodicha.

Ella y mi padre, sonrieron al mirarse y tuve que evitar rodar los ojos. Nunca he sido fan del romanticismo y dudo llegar a serlo.

Me quedé mirándola detenidamente de pies a cabeza; es hermosa, eso lo tengo que admitir. Y, viniendo de mí, es un verdadero halago, porque no hay mujer más hermosa que yo. Bueno, a excepción de Linsy.



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