‣ I

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Los años pasaron y el reino estaba más destrozado que nunca, la mayoría de los habitantes habían caído en la pobreza extrema, y el rey no hacia nada para evitarlo, él solo se preocupaba por su propio bienestar.

Hoy, mientras el rey se encontraba haciendo prácticamente nada en su trono, unos guardias entraron con un hombre sujetado.

— Mi rey, este hombre logró entrar al castillo, lo encontramos robando comida — normalmente los padres de Minho lo hubieran perdonado y dejarían que se quede en el castillo al no tener hogar, pero Minho no era así.

— ¡Quiero que lo manden a matar! — exige gritando Minho, a lo que los guardias simplemente asienten y se retiran de aquel lugar, no sin antes hacer una reverencia como es debido.

Minho era muy exigente, estricto y egocéntrico. Si había una sola falta en el reino, mandaba a matar a la persona que lo hiciera, o si simplemente no le hacían una reverencia a Minho, el lo mandaba a matar por "falta de respeto al rey".

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Era de noche, y el rey Minho se dirige a su alcoba, ya cansado. El rey se encuentra durmiendo profundamente, por lo que no se podía dar cuenta de lo que pasaba por el castillo.

Aquella noche, se escucha que alguien estaba fuera del castillo, los guardias se acercan apresuradamente, pero se relajan al ver que es un simple omega.

— ¡Omega! — grita uno de los guardias captando la atención de aquel omega con capucha celeste — ¡No tienes permitido estar aquí! — grita el guardia.

— L-lo siento... no soy de aquí y... — el omega fue interrumpido por una voz.

— ¡Ya déjalo, Hyunjin! — una beta que parecía tener unos 50 años sale del castillo — Ven aquí, querido — el omega se acerca a aquella mujer.

— Lo siento es que... — el indefenso omega volvió a ser interrumpido.

— No te preocupes, ven aquí — dice la beta llevándose al omega.

— Jisoo... esto no le va a gustar al rey — dice Hyunjin, el capitán de la guardia.

— Me vale lo que piense el rey, estoy segura que su padre hubiera dejado que se quede — reclama la beta — Ven por aquí, querido — le dice esta vez al omega.

Aquel omega con capucha celeste y bordados dorados se adentró al castillo junto a la beta; aquel omega era castaño claro, su pelo ligeramente largo, con ojos azules, dándole una apariencia hermosa, la beta pudo notar que tenía joyas, un arete de oro y un collar, igualmente de oro.

— Dime, querido ¿Cómo te llamas? — pregunta la beta.

— Seungmin... Kim Seungmin — responde el omega distraído, pues se concentraba viendo el diseño del castillo.

— El nombre se me hace conocido... — susurra la beta.

— ¿Dijo algo? — preguntó el omega al no escuchar lo que dijo la mayor.

— No, querido. Ven, acompáñame a la cocina — la beta agarra la mano del omega, llevándoselo a la cocina.

Ambos llegaron a la cocina, la beta agarró de un armario cerca un pijama, el cual fue entregado al omega. La beta le indicó al castaño una habitación desocupada en la zona de empleados, por lo cual el omega se pudo asear tranquilamente y después la beta le dijo que podía dormir, y el omega durmió. Claro, no sin antes agradecer a la beta amablemente.

♥︎

Minho se levantó, pues ya era hora de que empezara a dar órdenes, no sin antes desayunar. Al momento de bajar al comedor, el cual está al lado de la cocina y cerca de las habitaciones de los empleados, Minho se sienta en la punta de la mesa, donde es su lugar. Al momento que la puerta de la cocina se abre, el rey logra captar un olor a vainilla y cereza, aroma que le encantó, pero se le hizo raro, pues reconoce que es un omega, pero los sirvientes tenían la regla de tener que usar supresores y neutralizadores.

Minho se acerca a la puerta de la cocina, por lo cual el aroma aumenta, al entrar, logra notar que hay un omega castaño sentado en la mesa de la cocina, donde comen los sirvientes. A Minho le pareció sumamente lindo el omega, pero no evitó enfadarse al notar la presencia de alguien que no sea de su servidumbre allí.

— ¡Kim Jisoo! — grita Minho a la beta, quien estaba al lado del omega castaño.

— M-Majestad — la beta se pone nerviosa al notar la presencia del rey.

— ¿Por qué hay un omega que no es de la servidumbre aquí? — pregunta molesto el rey.

— Su majestad... ayer llegó el omega, estaba lluvioso y él no tenía dónde refugiarse... — la beta fue interrumpida por el grito del rey.

— Has metido a alguien al castillo ¡Sin mi permiso! — reclama el alfa.

— Majestad... — nuevamente fue interrumpida.

— No te mataré por el hecho de que seas una fiel sirvienta... en cambio tú — el rey voltea a ver al omega con enojo, acercándose a él — Tú vienes conmigo — Minho agarra al omega del brazo.

— ¡D-Disculpa! ¡Me hace daño! — reclama el castaño.

— ¡Me vale una mierda lo que sientas! — grita y voltea a ver bruscamente al omega.

— ¡Pues a mi me vale una mierda lo que usted diga! — todos los sirvientes presentes abrieron los ojos como platos y jadearon sorprendidos.

— ¿Qué dijiste? — el omega tragó en seco al notar lo que dijo — ¡Eres un irrespetuoso! ¡Debería matarte por no respetar a tu rey! — grita fuertemente el alfa.

— T-Tú no eres m-mi rey... — dice bajito el omega.

— Estás en mi territorio ¡Así que me respetas! — exige furioso el alfa.

El alfa se llevó al omega a una habitación del castillo, cuando lo empujó dentro de la habitación y cerró la puerta, se puso a pensar ¿Había tenido compasión por el omega? ¿Por qué? Ni él sabía con exactitud el por qué no había mandado a matar al omega, pero no planeaba hacer nada.

Por otro lado Seungmin se encontraba del otro lado de la puerta gritando que lo dejaran salir, llorando por el hecho de que esté encerrado.

— ¡Déjenme salir! — golpeaba la puerta mientras gritaba.

El omega notó la gran cama que estaba en la habitación, simplemente se acercó a ella y se recostó boca abajo, empezando a llorar fuertemente.

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— M-Majestad... ¿Qué ha hecho con el joven omega? — Jisoo estaba aterrada con lo que pudiera hacerle el rey al castaño.

— Lo encerré en una habitación — Minho se retira a su habitación, dejando a todos sorprendidos, pues por una vez no había matado a alguien que lo desobedeciera.

El día paso normal y tranquilo, pero no para Jisoo, pues se encontraba preocupada por el cómo podría estar el omega. Sin pedir permiso ni nada, preparo una cena la cual sería para el omega. Cuando terminó de preparar todo, dejó los platos en una bandeja y subió las escaleras del castillo, llegando a la habitación, la cual supo que era del omega debido a que su aroma se encontraba por esa zona. La beta tocó la puerta.

— ¡No quiero hablar con nadie! — se escuchó un grito desde el interior de la habitación.

— Querido, soy yo... Jisoo. Te traje la cena — la beta trato de hablar lo más gentil que pudo.

— ¡No tengo hambre! — grita nuevamente el omega.

— Vamos, no has comido en todo el día — la beta se tranquilizó al notar que Seungmin abre la puerta. La beta se adentra a la habitación con la comida en las manos y la deja en un mueble al lado de la cama — Te traje tu ropa de ayer, ya está limpia y seca — le entrega la ropa con la que estaba el día anterior el omega.

— Gracias — el castaño agarra las cosas y decide guardarlas en el armario que había cerca.

— ¿Quieres que te deje solo? — el menor asiente a la pregunta y la beta solo se retira, dejando al joven omega solo.

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٬٬ 🍒 ꒱ 𝗺𝘆 𝗸𝗶𝗻𝗴 ᦒ knowmin ゛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora