❝Ochako Uraraka es curiosa y tiene mil preguntas. Izuku Midoriya tiene una sonrisa que parece poseer mil respuestas.❞
Fecha de Publicación: 14 de enero de 2021.
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—¿Y ustedes desde cuando se conocen? —se anima a preguntar.
—A este perdedor lo conozco desde la infancia —responde Kacchan.
—Entonces... ¿son mejores amigos?
—Podría decirse... —conteste.
—Somos mejores amigos porque ha éste siempre le hacían bullying en la primaria...
—Así que yo me convertí en su compinche a cambio de que el me defendiera —aclare—, claro, fue antes de que yo ya aprendiera a pelear y que nuestras madres se conocieran. Desde hay nos estuvimos viendo más constantemente. —pegué un sorbo a mi bebida.
—Oh... nunca he visto una amistad que haya durado tanto... —suelta una risilla.
—¿Y tu acaso no tienes una mejor amiga?
—N-no...
—¿Un novio? —pregunto Kacchan.
—N-no tampoco tengo... —bajo un poco la mirada.
Sospeche que su reacción probablemente fue por causa de alguna mala experiencia, así que decidí mejor cambiar de tema para que no se sintiera incómoda.
Cuando la conversación comenzó a fluir con confianza, nunca imagine que esta chica y yo tuviéramos tanto en común, podría hasta decir que es como mi alma gemela, y estoy seguro de que no soy el único que piensa eso.
Al terminar el receso, regresamos a clases, pero esta vez acompañados de una nueva amiga.
Después de que todo transcurriera con normalidad, llego lo que para mi era mi hora preferida... la hora de retirada.
—Oye... Deku, ¿verdad? —me confundí.
—¿Deku...? —arquee una ceja.
—Es que escuche que Bakugo te llamaba de esa manera...
—suspire— Mi nombre es Izuku Midoriya —aclare—. Kacchan me llama de esa manera solo para burlarse de mí.
—Oh, lo siento —dijo algo apenada—. Aunque Deku suena como la expresión japonesa de "Tu puedes", así que me gusta. —comenta con una sonrisa.
Me quedé sin palabras. Jamás imaginé que alguien pudiera darle un giro tan positivo a lo que siempre había sido un insulto.
—Bueno, si quieres llámame, Deku. —dije con una sonrisa, el cual ella correspondió al instante.
Al salir de la academia nos encontramos con Kacchan esperándome junto a su auto.
— ¿Quieres que te demos un aventón? —apunte al auto.
—N-no, gracias, yo necesito tomar la estación para llegar a casa —contesta—. Es que queda algo lejos.
—Bueno, cuídate —comencé a retirarme.
—E-espera... —me detuve—Po-po-podrías... —balbucea—darme t-t-tu numero —dijo con las mejillas coloradas mientras me mostraba su móvil.
—Esta bien. —desenfunde el mío.
Uraraka sonrió abiertamente mientras me miraba con ese tierno brillo en sus ojos de color chocolate.
Después de compartir nuestros números, nos despedimos y tomamos caminos diferentes.
—Bueno —me incline hacia atrás—, tal vez este año en la academia sea interesante...
—¡Ja! —exclama—, acaso ya te gusto la cara redonda —sonríe de oreja a oreja.
—Porque creerías que me gustaría alguien que apenas acabo de conocer... —le refute.
—Si tu lo dices... —ríe de manera sarcástica.
—Y tu que opinas de nuestras nuevas compañeras, Kacchan? —sonreí.
—Tsk... ninguna me llama la atención en absoluto, —dijo— todas son aburridas.
Miré por la ventana, perdiéndome en mis pensamientos. Con un temperamento como el de Kacchan, probablemente nunca encontraría una pareja. Pero en ese momento, el auto frenó de golpe. Sobresaltado, volví la vista hacia él, solo para encontrarlo distraído, fijando su atención en algo fuera del coche.
—¿Quién es ella? —musito.
Yo al seguir su mirada, pude notar a una chica rubia, con un labial intenso en sus labios y con un uniforme diferente, al parecer era de otra escuela.
—Hora de rolar, Deku — sonríe de lado.
—Bueno, hace tiempo que no lo hacemos... hagámoslo —hundí los ojos.
Kacchan giró el volante y tomó una ruta completamente opuesta.
Estos serán unos largos años de academia...
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