Cap. 12.- La defensa de las nubes

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Song Lan y Lan XiChen llegaron a Receso de las Nubes en el momento que se daba la alarma en la secta. La mayoría de los presentes eran estudiantes que recientemente se habían unido y no sabían qué estaba pasando, pero los discípulos mayores se hicieron cargo de la situación y comenzaron a guiarlos a las rutas para evacuación que se habían implantado recientemente. Lan Qiren se acercó a su sobrino mayor en cuanto lo vio y luego de saludar brevemente a Song Lan dijo:

— XiChen, ¿dónde está WangJi?

— Está bien, tío, no te preocupes— dijo Lan XiChen con una sonrisa—. Ahora tenemos otra preocupación, el clan Wen...

— Es el que está atacando ahora— le interrumpió Lan Qiren—. Wen RuoHan está siendo demasiado atrevido.

— Gran maestro, Wen RuoHan ha muerto— dijo Song Lan.

Lan Qiren se llevó una mano al pecho por la impresión, en ese momento llegó otro discípulo.

— Maestro, los discípulos menores han sido evacuados y están a salvo. La biblioteca ha sido asegurada.

— Bien— dijo Lan Qiren volteando a ver a su sobrino.

Lan XiChen tardó en reaccionar, ahora que era el líder de la secta debía ser él quien diera la orden para entrar a formación de batalla; pero aún así dudó un momento antes de dar la orden.

— Prepárense para la formación de batalla— dijo—. El objetivo es hacer retroceder al enemigo con la menor cantidad de bajas posible.

No hubo tiempo de dar una segunda orden: el ruido de na explosión se hizo presente y un contingente de soldados entró, sus armas en alto listas para el ataque; al frente de éstos se encontraba Wen Xu, cuyos ojos oscuros se dirigieron a Lan XiChen.

— Líder de secta Lan— dijo a manera de saludo. Al ver a Song Lan a su lado añadió con sorpresa—. Daozhang Song Zichen.

— Maestro Wen— dijo Lan XiChen—. ¿O debería llamarlo líder de secta Wen?

— Esa perra traidora...— masculló Wen Xu con desdén para después soltar un suspiro—. Temo que ya no es tiempo para formalidades. ¡Ataquen!

Con su orden, los soldados Wen arremetieron contra la formación de los Lan, cuya primera línea estaba conformada por espadachines; éstos lograron resistir el primer embate. La segunda línea, compuesta por músicos, tocaron una armonía entre xiao y guqin para crear un escudo de defensa ante los ataques espirituales del enemigo.

— Esto... — soltó Lan XiChen, siendo interrumpido por Song Lan.

— Es energía resentida— dijo.

— Similar a la de aquel episodio en la escuela.

Ambos comprendieron de inmediato: los rumores de Qishan Wen experimentando con el cultivo demoníaco eran ciertos, y en ese momento lo que estaban planeando era sobrecargar el núcleo dorado de la principal línea de defensa de Gusu Lan.

— ¡Retrocedan!— exclamó Lan XiChen adentrándose en la refriega.

En ese breve momento, mientras el joven líder sacaba su xiao, lamentó que su hermano menor no estuviera allí, el encantamiento que planeaba ejecutar tenía un resultado más fuerte si lo ejecutaban los dos. Wen Xu se abalanzó contra él antes de que pudiera tocar alguna nota y Lan XiChen se vio obligado a convocar su espada; Shuoyue emitió un destello plateado al ser desenvainada y respondió con precisión a los fieros ataques de su contrincante. No podía permitirse ninguna distracción, ya que se había dado cuenta de que Wen Xu buscaba tomar su vida.

Por su parte, Song Lan se había entretenido creando talismanes espirituales con el objetivo de desviar la energía resentida de los discípulos para evitar la corrupción del núcleo dorado. Estos talismanes eran los mismos que habían sido usados para purgar la tierra de Yiling, por lo que confiaba en que este plan resultara, y una vez los dispersó en sitios estratégicos se dirigió a auxiliar a los combatientes que habían sido acorralados, al igual que Lan Qiren,cuya preocupación iba de sus estudiantes a su sobrino. Son Lan lanzó a Fuxue hacia uno de los flancos desprotegidos al tiempo que conjuraba talismanes de restricción para atrapar a los soldados Wen que ya habían sido derrotados.

— Esta pelea es inútil— dijo Wen Xu atacando a Lan XiChen—. El Receso de las Nubes ya es mío.

— No mientras yo esté aquí— dijo Lan XiChen.

Con un desplazamiento hacia atrás, Lan XiChen logró esquivar a Wen Xu hasta alejarse lo suficiente y finalmente pudo tocar el xiao. Las notas del instrumento reverberaron por todo el lugar, y poco a poco los enemigos que quedaban en el lugar, incluido su líder, fueron sumiéndose en un sopor pesado que pronto los venció y cayeron dormidos. La lucha en Gusu Lan había terminado.

Una relación equivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora