Capítulo 6:El corazón de las madres...

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Camilia POV

Subiendo las escaleras de La Casa  Búho sosteniendo la mano del alfa que cambió mi vida para siempre. Una vez que llegamos a la nueva habitación de Luz, tiré a mi amor más cerca, acurrucandome bajo su brazo. Mi cabeza rápidamente encontrando su lugar en su cuello. Sentí que su brazo me acercaba, "Podría acostumbrarme a esto", se rió suavemente, colocándome un beso en la frente.

"¿Cómo te sientes, querida? ¿Cómo está tu brazo?", preguntó poniendo su mano libre en mi brazo lesionado. "Hmm?" Dije, mientras surco mis cejas, "Oh-" mirando hacia abajo en el vendaje que protege mi herida de mi vista, "Honestamente, ya me olvidé de ello..." una risa nerviosa escapando de mi pecho. ".. Ya no duele. El té especial de Luz puede hacer maravillas si lo hace bien mi niña."

Una pequeña risa que viene de la bruja que me  abraza, "Esa Kiddo. Ella es realmente te curo, ¿no?", Dijo moviendo la cabeza un poco. Dándole un abrazo apretado, supiré felizmente, "Ella seguro que sí me ayudó..." Después de permanecer juntas por unos momentos, balanceándonos a los latidos de nuestros corazones, decidí alejarme, "Vamos, vamos a empezar a desempacar. Esta fue tu idea después de todo", dije en broma con un guiño.

"Uuugh bien, pero no prometo no desempacar nada!", dijo ya buceando de cabeza en una caja con las palabras 'Weird stuff' en ella. Sacudiendo mi cabeza con una pequeña sonrisa, caminé sobre la estantería y saqué mi teléfono para mirar la foto que tomé de todos los libros antes de empacarlos.

Escaneando cuidadosamente el orden de los libros en mi teléfono, comencé a tomar de las cajas que me rodean uno por uno y colocarlos en el estante. 'Tarros de hechizos, magia elemental, puesta a tierra, cristales y gemas...' Pensé, recordando el orden mientras buscaba la siguiente fila de libros. "... Secretos para el amor propio, límites y destierros..."

Cuando terminé de colocar todos los libros en el estante y doblar las cajas vacías en formas más pequeñas, las coloqué cerca de la puerta sabiendo que King probablemente querría usarlos para 'construir su imperio' más tarde. Mirando sobre mi hombro pude ver Eda mover la cama contra la pared entre dos gabinetes junto a la cama con poco o ningún esfuerzo. Recordando muy bien cómo me costó moverlo la noche anterior.

"No te esfuerces, mi amor", le dije, sabiendo que el alfa comenzaría una broma juguetona. Miró hacia arriba y me dio una sonrisa asca plazo: "¿Qué- Yo? Nunca." Ella dijo sarcásticamente mientras estrechaba la cabeza ligeramente y colocó una mano en su pecho para parecer ofendido. "Sí, sólo estás tratando de impresionarme." Me burlé de nuevo. "Bueno, me atrapas te . ¿Está funcionando?", dijo moviendo las cejas conmigo.

"Tal vez..." Dije  y le miraba suavemente, y aparte para mirar el resto de las cajas. "Creo que eso es todo lo que podemos desempacar, por ahora, todo lo que queda son sus gemas y sus frascos. Y a ella no le gusta que nadie los toque sin que ella este aquí, así que..." Dije que cuando me corta un poderoso bostezo.

"Parece que alguien podría hacer una siesta", dijo Eda mientras doblaba los brazos sobre su pecho. "Debe ser el té de antes. No me sentía cansada antes."

"Mhmm, y dime, ¿cuándo fue la última vez que dormiste? Sé lo ocupada que puedes estar en el trabajo", respondió la bruja, ahora que ests de pie frente a mí. Sabiendo que tenía un punto, la miré y me encogí de hombros. "Eso es lo que pensé." Ella suspiró y me abrazó en un cálido, reconfortante abrazo. "Puedes tomar una siesta aquí, estoy segura de que a Luz no le importaría en absoluto. Puedo conseguirte unas almohadas extra si quieres?", dijo jugando con un mechón de mi cabello, "Eso suena bien..."

Nos quedamos en los brazos de la otra durante unos minutos antes de que la bruja volviera a hablar: "Me pregunto cómo están las chicas", se rió un poco haciéndome sacudir la cabeza: "Esas dos son perfectas la una para la otra. Amity sabe exactamente cómo manejar a Luz, y Luz parece querer escucharla. Sin embargo, tenemos nuestro..."

Una sonrisa que vale la pena compartir, un corazón que vale la pena sanar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora