Capítulo 1:Un día más...

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Luz POV

"¡No puedes huir de nosotros para siempre, Noceda!", me gruñó la figura masculina, corriendo para atraparme. "¿Porqué tiene que ser esto de nuevo?" Me pregunté cuando me las arreglé para deslizarme por una esquina en un callejón. "Sólo queremos preguntarte algo, eso es todo. No vamos a morder... mucho" una segunda voz gruñó mientras los sentía agarrar a mi chaqueta, yanking me de nuevo y contra la pared.

No podía ver sus caras, era demasiado oscuro y... ¿Borrosa? Espera,¿estoy llorando? ¿Por qué estoy llorando? Me preguntaba tratando de llevarme las manos a la cara para limpiarme la cara manchada de lágrimas. ¿Porqué no puedo moverme? ¿Qué, qué es esto? ¡¿Dónde estoy?! '

Cuerdas. Muchos de ellos. Tan apretado alrededor de mi pecho, que apenas podía respirar, sintiendo que me cortaban las heridas en las muñecas y los tobillos. Una voz profunda y tranquila vino de delante de mí en las sombras, casi probando el veneno en su voz, "Bueno, hola, Noceda. Qué amable de tu parte unirse a la fiesta." Todo giraba, se volvía a desdibujar.

".....mi oper........ver a ella...... na tener som.......fun....she es...... watc.....no usar thi......ren't nosotros?", silenciado palabras en orden roto, ni siquiera puedo decir cuál de ellos dijo qué, todo lo que sí sabía era que uno de ellos es un alfa y los otros dos son sus betas de lapdog. Los conocía, todos los conocían. Gobiernan esta ciudad con sangre y miedo. Matar a cualquier otro alfa que lo desafía, y tomar cualquier omega que les plazca.

Tenía el hábito de... Intervenir... con sus planes y no pararse de brazos cruzados mientras corren rampado a través de las calles. "¡Aaargh!!", una sensación repentina de quemaduras en mi espalda me arrancó de mis pensamientos y volvió a la conciencia. ¿Un poco? "Ahora todo el mundo sabrá que eres una bruja", un susurro en mi oído mientras mi grito parecía estar atascado en mi garganta.

Todavía borrosa, sentí dolores punzos por toda la espalda, sintiendo un líquido caliente corriendo por mi espalda hacia el suelo. Todo lo que oía fue mis gritos resonantes entre respiraciones desiguales y risas maliciosas del otro alfa.

A gas de aire, disparé desde mi saco de dormir. Pecho subiendo y bajando mientras trato de recordar dónde estaba. Sudor goteando de mi frente y una mano temblorosa sobre mi corazón miré alrededor de la habitación oscura esperando a que mis ojos se ajusten a la luz muy tenue que entra a través de la ventana de vida.

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'Estoy... en mi habitación?' Pregunté, muy confundido en cuanto a por qué la habitación se ve extraña, pero también bastante familiar. "¿Mi habitación?", preguntando en voz alta en un susurro rasposo, la confusión casi hace un lugar permanente en mi voz junto con el miedo.

Una sonrisa que vale la pena compartir, un corazón que vale la pena sanar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora