Epílogo

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Éramos la sinfonía adecuada de la orquesta, éramos la gota del inicio de la lluvia, éramos el deseo que deseo la estrella y terminamos siendo la nota que sobraba en la sinfonía perfecta, la gota que derramo el vaso, y el deseo que nunca se deseo.

No poder escribir otra cosa porque te tengo en mi mente

Éramos polos opuestos, dos personas distintas con la única cualidad; que era el amor.
De un momento a otro todo se derrumbó, fui la gota que derramó el vaso, la nota equivocada que arruinó la sinfonía.

Pensé en tus labios acariciando los míos por meses y ningunos se comparaban no tenían la curva que yo deseaba solo eran únicos pero sin anhelo y eso no era un beso
En la noche pensando antes de los sueños que estarás pienso que no hubo un beso de despedida y fue algo que agoto las lágrimas de este vaso vacío.

Beso de despedida, porque me sorprende, oh como me hubiera gustado. Pero las despedidas nunca me han gustado, ya no puedo con esto con las lágrimas que recorren mis mejillas cada noche antes de dormir, antes de empezar a soñar con vos

Al pensar las cosas me pregunto porque nos separamos por que dejamos ir lo que amamos pero pensaba que yo ya no estaba en tus sueños en tus pensamientos que nos paso

Pensaste mal. Basta ya, ya no puedo más necesito de tus caricias, de tus labios sobre los míos, que encajan como piezas de puzle. Acaso no te has dado cuenta que sin ti no puedo seguir. Somos tan distintos pero encajamos tan bien. Tú mano y la mía se acomodan a la perfección haciendo una sola. Te extraño y es mi última palabra de día.

Vlad &' Sky

Cerré el libro, acomodando lo en la pequeña mesa de vidrio que estaba en frente de mi. Seque las pocas lágrimas que salieron sin permiso.

Maldita la hora que empecé a leer ese libro.

Setenta y dos horas no sirvieron para decirle lo mucho que te amo, tarde me di cuenta, que yo por ti sentía lo mismo, después de tres años mi vida no es la misma.

Saque de mis pantalones ya desgastados, una fotografía suya, esa fotografía que nunca soltare.

Me paso cada noche pensando en tus ojos color zafiro, esos ojos que me hipnotizaban con una mirada. Aún recuerdo las últimas palabras que salieron de tu fina boca. Esas palabras que me taladran el alma, aún estando con vida.

"Si fueras menos ciego te darías cuenta, pensé mal, setenta y dos horas no fueron las suficientes para demostrarte cuanto te amo, estuve mal al pensar que cambiarías tu forma tan testaruda, egocéntrica que tienes, hable sin pensar. Pero prometo que no me volverás a ver nunca más Harry, te quedaras solo, morirás solo y sabes el por qué por qué no aceptaste al amor. Me das pena, asco y repugnancia. Nadie te amara como yo. Adiós Harry"

Odio llorar y más por él.

Por el gay de mierda que amo como no tiene idea. Pero ahora ya es demasiado tarde.

"Hola Harry.

Escribo esta carta principalmente porque, sé que no lograre nada contigo, las personas se cansan sabes Harry y yo me canse de tus insultos, de tu forma tan frívola de tratarme, Te amo y de eso no tengo duda, quizás si estando separados tú entiendas lo que realmente siento yo por ti y me dejes de ver como un abominación, aclares tus sentimientos dándote cuenta que tú sientes lo mismo que yo por ti. Es tan complicado escribirte sin que no termine llorando, te extrañare mucho Harry, extrañare tus visitas a mi departamento, extrañare tus hoyuelos cuando sonríes aunque yo nunca cause ninguna de tus sonrisas, como preferiría regresar el tiempo y haber podido cumplir mi promesa, esa que te hice un día "Nunca te dejare solo" pero lamentablemente no tengo una máquina del tiempo ja, recuerdas todas esas cartas anónimas que te daba Martha, yo te las enviaba "niño bonito" en si nunca te deje solo, siempre estuve para ti aunque sea por cartas.

72 Horas Juntó A ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora