Verdad Negra

29.- Serpentis Draconis

Harry echaba humo en silencio mientras caminaba por la Sala Común de Gryffindor. Draco había estado desaparecido por más de quince horas; No se sabía cuánto tiempo exactamente porque Harry no sabía cuándo se fue Draco.

Harry luchó contra el anhelo de golpear algo, sabiendo que si dejaba escapar su rabia, sus dos amigos se asustarían más de él de lo que ya estaban. Tal como estaba, su comportamiento les parecía el de un animal enjaulado.

¡Todo fue tan estúpido ! Claro, si un estudiante estaba petrificado, toda la escuela se puso en alerta, pero si un estudiante simplemente faltaba, ¡había protocolos ! ¿Draco realmente estaba perdido? Maldita sea, Harry estaba tan harto de escuchar a otro profesor preguntarle eso al resto de ellos.

Snape había acudido a Dumbledore de inmediato y aunque Harry estaba seguro de que Dumbledore les creía, había un montón de cosas legales preparadas para esta ocasión.

Así que después de reunir a todos los profesores a las cuatro de la mañana, habían comenzado a registrar el castillo. Todo ello. Cada cuarto. ¡Y Harry había sido enviado de regreso a su dormitorio para esperar! Luego, cuando todos se dieron cuenta de que Draco realmente no estaba en el castillo, como Harry les había estado diciendo, tuvieron que registrar el maldito Bosque Prohibido porque aparentemente Draco tenía permiso para ir allí porque necesitaba un lugar para ser Veriae por un tiempo donde nadie podía verlo, o algo así.

Y, por supuesto, los centauros no se habían mostrado amables con un grupo de personas que deambulaban por su bosque, incluso si una de esas personas hubiera sido Hagrid, que conocía bastante bien su camino. Por supuesto, descubrieron que Draco no estaba en el bosque, después de tres horas de búsqueda. Harry podría haberles dicho eso pero no escucharon, por supuesto.

Así que ahora estaban pensando que tal vez Draco realmente no estaba en Hogwarts. ¡Así que tenían que ir a comprobar Hogsmead! Harry, por supuesto, sabía que Draco no estaría allí. Él sabía donde estaba Draco. Snape también y, sospechaba, también Dumbledore.

"Harry, ¿estás bien?" Preguntó Hermione con cautela al ver que su amiga había dejado de caminar.

"¿Parece que estoy bien?" Harry respondió de inmediato.

"Parece que estás muy preocupado", observó Ron.

"¡Deberíamos haber detenido esta búsqueda hace horas !" Harry explotó. "¡Si hubiera hecho algo estúpido como ir a Hogsmead, entonces ya habría regresado de todos modos!"

"Y no se habría ido en medio de la noche", agregó Hermione.

"¡Exactamente!"

"Entonces, ¿qué vamos a hacer al respecto?" Preguntó Ron.

"¿Qué podemos hacer? Obviamente ellos no quieren que estamos involucrados", señaló Hermione. "Ni siquiera deberías estar aquí, Harry. Te dijeron que fueras a esperar en tus habitaciones en caso de que volviera."

Harry agitó una mano hacia el Mapa del Merodeador sobre la mesa. "Lo habría sabido si volviera", murmuró.

"Pero si van a buscarte y te dicen que realmente te creen, no estarás allí", continuó Hermione.

Harry suspiró. "Sí. Tienes razón. Te veré más tarde entonces."

"Lo encontrarán, Harry." Hermione trató de consolarla.

"Sí, incluso si tienen que enviar a Dobby para que les abra la puerta de la mansión Malfoy", bromeó Ron.

Ninguno de los dos vio a Harry detenerse y sonreír levemente al salir de la Sala Común.