CINCO: Huida

118 14 6
                                    

*CONTENIDO EXCLUSIVO PARA MAYORES DE EDAD*

SE RECOMIENDA DISCRECIÓN

Me miro cautivado, intrigado por descubrir que era lo que tan desesperadamente necesitaba contarle.

- No puedo decírtelo aquí - miro de reojo el alrededor -. Necesitamos un sitio más privado.

Voltee a sus espaldas, ahí se encontraba, asechando. Me causo extremo pavor verlo a los ojos.

- Billy, volviste - dijo mientras se acercaba.

- Papá - dijo Henry -. Subiremos a mi recámara, tenemos mucho de que hablar.

Alan asintió indiferente y nos observó en silencio mientras nos íbamos. Ya no me sentía seguro con él, solo podía aferrarme a la protección de Henry. Entramos a su recámara, olía a él. En las paredes, habían fotografías que él había recopilado en cada viaje con sus amigos, lucía tan feliz. <¿Cuáles serán sus facciones cuando descubra lo que quiero decirle?> pensé. Sus paredes estaban pintadas de negro y sus cortinas y sábanas eran un blanco casi perfecto, lucía como la nieve.

- Ponte cómodo - dijo mientras caminaba hacia una pequeña vitrina donde reposaba bebidas alcohólicas, comenzó a servir.

- Necesitaremos muchas de esas botellas - dije entre risas tomando asiento en la cama.

- ¿Sobre que querías hablar? - preguntó acercando una copa a mis manos, la sostuve con fuerza.

Cambio las luces de su recámara a un rojizo oscuro, tomo asiento aún lado de mí y me observo intrigado.

- Billy - murmuro -. Acerca del otro día, lo siento.

Me oculté de hombros, una noche mala, con un recuerdo malo y el chico correcto. Vaya mierda.

- No hablemos de eso - supliqué. Me tomé la bebida de un trago.

- Wow - exclamó entre risas -. Ve despacio, tigre.

Deslizó su mano hasta mi pierna, alce la vista hasta que mis ojos chocaron contra los suyos.

- Eres importante para mí, estúpido Billy Sivan - dijo.

- Soy importante para muchas personas - conteste.

Hizo una mueca.

- Henry, necesito hablar contigo - dije.

Asintió con la cabeza.

- Estuve con mi madre el día de hoy y no pude esperar hasta mañana para regresar.

- ¿Pelearon? - preguntó.

- No.

- ¿Fue por mí?

Negué con la cabeza con una ligera sonrisa.

- Hablamos sobre algunas cosas - tomé aire y presione con fuerza mis dientes, podía sentir como crujían -. ¿Alguna vez te hablaron sobre Lilly Hill?

Hubo un silencio repentino.

- ¿Mi abuela Lilly? - preguntó -. No pude conocerla, murió antes que yo naciera.

- ¿Supiste cómo? - pregunté.

Negó con la cabeza.

- Mi madre me mostró este periódico - dije sacando el desgastado papel de mis bolsillos -. Habla sobre la...

- Henry - dijo Alan entrando a golpe a la recámara.

Huyendo Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora