Prólogo de un caso

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Hola~ esta historia esta siendo de prueba haber como me lo del suspenso -aunque suelo ser muy suspensiva(?)- le tengo una fe enorme, espero cumplir mis expectativas y que a ustedes le guste claro.

Hetalia es de Himaruya-sama y el es de japón, y los personajes son de Hima y de su correspondiente país(?)

(...)

»Se ha informardo la desaparión de un joven Italiano en el país de Estados Unidos, Lovino Vargas de 16 años, es estudiante de la World Academy la última vez que fue avistado fue momentos antes de que fuese a su habitación, según lo informado por cercanos su cabello es castaño y de ojos verde avellana, tez tostada, y un extraño rizo al lado derecho de su cabeza. " Por favor si ha sido visto o sospecha de haberlo hecho  informar a la policía, de antemano muchas gracias. Familia Vargas"

Eso se trasmitía en el noticiario, llevaba solo dos días de desaparecido, pero ¿Como? La World Academy era un internado, casi como una carcél para varones.

La policia no descartaba un secuestro o posible asesinato por parte de uno de los estudiantes, o a lo mejor... unos estudiantes, también podría ser un aguste de cuentas con personas externas al establecimiento por algunos casos anteriores, había tantas posibilidades, y tan pocas pistas.

Las clases habían sido canceladas, sin embargo nadie podía salir o entrar del lugar, la policía rodeaba el lugar y los profesores fueron remplazados por agentes del FBI.

A lo mejor hubiese pasado desapercibido si la familia de Lovino no fuera adenerada, pero la verdad es que los padres de Lovino eran dueños de dos frábricas importadoras conocidas mundilmente, por lo tanto el dinero les sobraba.

Pero claro, no solo había expectación a nivel mundial con este asunto, si no también en la propia academia.

Feliciano era el hermano menor de Lovino, apenas comía, no salía de su habitación, hablaba a monosilabos, y lloraba a cada indicio que podia recordarle a su hermano, hasta verse en un espejo desataba sus lagrimas, ¿porque?, eran hermanos gemelos y el parecido entre ambos era evidente, rozando lo aterrador.

Ni hablar de los amigos que estaban un poco mejor que Feliciano, y trataban de consolar al pequeño italiano, pero nada resultaba.

Entre ellos destacaba Antonio, el novio del desaparecido, el aún seguía sonriendo y haciendo bromas, actuaba como si nada hubiera pasado, el único que seguía con una vida relativamente normal. Esta misma conducta despreocupada provocó sospechas no solo en sus amistades, si no también en agentes del FBI.

Il rapimento di un Pomodoro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora