¿Me enamoré de una villana? - UrarakaXToga

Cap. 1 : El beso que lo cambió todo

   Los héroes, junto a la clase 1-A, se estaban enfrentando a la Liga de los villanos, quienes habían liberado algunos Nomus en una ciudad cercana a la Academia. Iida y Todoroki se enfrentaban verazmente contra Magne mientras Yaoyorozu, Jiro y Mina trataban de mantener a raya a Mr. Compress. Las batallas eran difíciles y el agotamiento podía sentirse entre los alumnos.

Deku miró fijamente a Shigaraki, quien se encontraba de pie en la cima de un edificio mientras observaba el panorama de forma altanera. Midoriya saltó dispuesto a enfrentarlo hasta que...

- ¡¡¡DEKUUUUUUUU!!! – Himiko Toga saltó de un costado y logró atrapar al heredero del One for all, haciendo que ambos salgan volando contra un costado.

Los dos se golpearon contra el piso violentamente y rodaron entre los escombros. Deku volvió a ponerse de pie adolorido para encontrarse con la intimidante sonrisa de Toga, quien le exclamó:

- ¡Hola Deku-kun! ¡Tanto tiempo sin vernos!

- Toga Himiko... - susurró el alumno mientras se agarraba el brazo con dolor.

- AAAAAH, ¡TODAVÍA TE ACORDÁS MI NOMBRE! – gritaba la yandere -. ¡Me alegra poder volverte a enfrentar, Deku-kun!

- No te me acerques, desquiciada.

- Jijiji, imposible. ¿Cómo se va a ver tu rostro lleno de cortes? AAAAAH, ¡QUIERO VERLO!

Toga empezó a correr hacia Deku hasta que de pronto... ¡PAM! Ella sintió cómo una pierna la pateaba en sus costillas y la impulsaba hacia la calle contraria. Toga dio un golpe en seco contra el cemento de la avenida y golpeó su rostro. Como si nada hubiera pasado, ella se volvió a poner de pie enojada. Tuvo en frente a la persona que la había pateado: Ochaco Uraraka.

- ¡No toques a Deku! – le gritó Ochaco enojada mientras subía sus puños en señal de que estaba preparada para la pelea.

- Oh, ¡Ochaco-chan! – sonrió Toga -. ¡Tanto tiempo sin vernos! ¿Cómo estuviste?

- No te interesa, loca. No voy a dejar que lastimes a Deku. Sobre mi cadáver – exclamó intentando hacerse la valiente, aunque sus manos le temblaban del miedo.

- Jijiji – rió tiernamente Himiko -. Okay, entonces tendré que matarte...

La sonrisa de Toga se volvió aún más grande al momento en el que salió corriendo hacia Uraraka, quien logró esquivar un golpe y defender con sus antebrazos un par de apuñaladas.

La batalla entre ambas era muy intensa. Las dos peleaban entre los escombros. Sus rostros empezaban a ensuciarse y a mostrar un par de gotas de sudor. Sin embargo, ninguna de las dos cedía y seguían luchando con cada parte de su corazón. En un momento, Ochaco empujó con sus piernas a Toga, quien fue impulsada hacia atrás y, con una ágil maniobra, logró aterrizar sobre sus manos. Ya de pie y mirándola con la cabeza baja, aun sonriendo Himiko exclamó:

- Estás muy intensa hoy, Ochaco-chan. ¡Me divierte mucho robar sangre de personas así! ¿Puedo tener una muestra de la tuya?

- ¡Jamás! – exclamó Ochaco muy exhausta, aunque con la cabeza en alto.

- Okay, entonces tendré que tomarla a la fuerza.

Himiko volvió a correr contra Uraraka hasta que otra vez... ¡CRASH! ¡PUM! Una pared fue rota justo al lado de ellas. Ochaco y Toga fueron impulsadas hacia un costado por la onda expansiva. Twice había quedado incrustado contra la pared contraria, a quien se lo veía muy agotado.

- DALE, CAGÓN, DALE, ¿YA TERMINASTE? NO SEAS CAGOOOOON – gritó Bakugo desde atrás del agujero que había quedado en la pared.

Twice agitó su cabeza para recuperar el conocimiento y salió disparado contra Katsuki, quienes se alejaron para seguir peleando.