Habían pasado tres semanas desde que la clase 1-A, Toga y Twice habían derrotado a la Liga de Villanos. En el edificio donde estaban viviendo los alumnos les dieron dos habitaciones a los dos ex villanos y ahora estaban conviviendo con ellos. Todos no tardaron en llevarse bien y disfrutar la vida diaria con los nuevos integrantes de la clase.
Ya eran las 12 de la noche. Todos los chicos estaban en el piso de abajo en frente de un gran televisor jugando videojuegos.
- ¡DALE PELOTUDO, ESTÁS HACIENDO TRAMPA! – gritaba Bakugo quien apretaba el mando con mucha fuerza.
- Creo que estás tomándotelo muy en serio – dijo Twice seriamente, aunque rápidamente cambió a un tono alegre y sonriente -. Jajaja, Katsuki, te estoy ganando.
- Ey ey ey – gritó Kirishima desde atrás -, solo yo le digo Katsuki eh, no te hagas el idiota.
- Se puso celoso el novio – le dijo Kaminari a Sero, haciendo que ambos se rían.
En el piso de arriba, las chicas estaban sentadas en los cómodos sofás mientras jugaban un juego de mesa. Momo y Jiro estaban sentadas juntas muy sonrientes. Tsuyu estaba junto a Hagakure, quienes estaban compitiendo para ver quién ganaba. Mina se mostraba aburrida. En el sofá que era para una sola persona, estaban sentadas Himiko y Uraraka. Toga estaba recostada sobre el regazo de Ochaco, dejando caer sus piernas por un borde del sillón. Uravity le acariciaba el cabello mientras charlaban y se reían.
- Me aburro – suspiró Mina.
- Ponele onda, Ashido, dale – se quejó Hagakure -. Que todavía le tengo que ganar a Tsuyu.
- A ver si lo lográs algún día – rió la ranita.
- Quiero hacer algo más divertido – continuó Mina con las quejas -. Por ejemplo... ¡Oh, ya sé! ¡Quiero que Himiko y Ochaco nos cuenten cómo se enamoraron!
Ante esto, Uraraka se sonrojó y se cubrió el rostro a la par que Toga se acomodó para sentarse al lado de su amada. La chica rubia sonreía alegre mientras le daba la mano. Ella respondió:
- Jijiji nos dimos un beso cuando estábamos peleando y bueno, una cosa llevó a la otra y...
- Esperen – la frenó Ashido -, entonces, ¿ustedes dos ya lo hicieron?
- ¿¡QUÉ!? – se sobresaltó Ochaco de la vergüenza -. ESO, NO, MINA, ESO, PERO, NOSOTRAS...
- No, no lo hicimos... – respondió Himiko con una tímida y tierna sonrisa -. Todavía.
- ¡Himiko! – Uraraka se cubría el rostro.
- Oh, ¿y qué esperan? – rió Mina, intentando ayudarla a Ochaco para que dé el paso -. Pueden pedirles consejos a Yaoyorozu y a Jiro, ellas entienden bien del tema.
- ¡Mina! – gritó Momo, poniéndose roja muy rápidamente.
- Dale, boluda – rió Jiro, también sonrojándose un poco -. Sabes que a Yaomomo no les gusta hablar de eso. Pero igual, si quieren algún consejo... Cuenten con nosotras – remató Kyoka guiñándoles un ojo a la otra pareja de la clase.
Pasado esto, Tsuyu revisó su reloj y se quejó de la hora que era. Era mejor si ya se iban a dormir. Las demás asintieron y comenzaron a levantar el juego de mesa. Todas se despidieron y se fueron a sus respectivas habitaciones. Todas excepto dos: Uraraka y Himiko. Las dos chicas se quedaron abrazadas en el sillón. No hablaban, no emitían palabra, solamente... se abrazaban. Toga estaba recostada sobre Ochaco mientras ésta última le acariciaba su brazo lentamente. El salón se quedó en silencio.
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¿Me enamoré de una villana? - UrarakaXToga
RomanceEn una pelea, surge algo muy de imprevisto entre Himiko Toga y Ochaco Uraraka que va a cambiar la vida de las dos. ¿Y si los héroes no son tan malos al final? ¿Y si los villanos no son tan diferentes a los héroes? Una historia de amor entre una alum...