Era una mañana algo nublada pero aún así el sol estaba presente, la menor de las tres argentinas, Luchi, viajaba rumbo a la casa de la mayor de estas, Cami, junto a More. Al llegar a destino, las dos mejores tocaron el timbre de la vivienda de la dueña del lugar.
-Che ¿vos decís que esté despierta?.- preguntó la mayor de las dos mirándola con duda.- o sea, se que son las once de la mañana y todo pero debería estar en casa, ¿no?.- agregó volteándose al hogar.-
-La conozco tan bien que debe estar chapándose a alguien por ahí, a ella siempre le fue bien en el amor boluda.- respondía mirando a una ventana del edificio, inspeccionándolo ya que no era en el que usualmente vivía.- es una casa nueva, eso es raro, nos pasó otra dirección pero ¿por qué?.- ambas se preguntaban exactamente lo mismo, el porqué de esta nueva casa, de lo que se traía entre manos aquella muchacha que aún no daba señales de vida.-
Pasados algunos minutos decidieron llamar a la mayor de las tres, aún no se recibía ninguna señal ni nada por el estilo, estaban algo enojadas porque las habían hecho esperar mas cuando Lu había sacado su teléfono apareció la rubia saliendo empapada a abrirles la puerta, al parecer se estaba duchando.-
-Eu bolas tristes me estaba bañando, llegaron tarde.- contestó al ver la cara de ambas, se notaba que estaban molestas.- se durmieron, ¿no?.- preguntaba mientras abría el portón con una mano luego de destrabarlo mientras que con la otra mano se secaba el pelo.--Lu se durmió, no se qué onda con esta piba.- decia entrando al lugar algo seria, ella también se había quedado dormida pero ni aunque le pagaran asumiría eso.- así que no nos digas nada porque fue por su culpa.- mostró una sonrisa pequeña al ver la cara roja de furia de la nombrada.-
-¿¡que te haces tarada?! Si vos también te dormiste.- contestó a esas palabras que le habían hervido la sangre.- y si no hubiera sido por mi que maso menos se ubicarme, no hubiéramos llegado nunca.- frunció bastante el ceño apretando dientes, era algo de ella hacer eso al estar enojada.- asi que mejor callate.- siguió su camino hasta dentro de la casa, al llegar adentro, ambas habían estallado de risa.-
-Ustedes están mal del bocho, ¿sabían, no?.-preguntó la mayor de las tres cerrando la puerta principal una vez que cerró el portón.- para mi ustedes se metieron algo.- agregó sentándose en una silla del comedor aún secándose el pelo.-
-Capaz, ¿querés merca? Me queda.- decia en juego la menor de todas también sentándose en una silla, al dejar la bolsa de las facturas en la mesa le dió una ojeada a la casa para luego agregar.- está linda la casa, ¿te conseguiste un viejo con guita?.- ambas menores soltaron carcajadas al mirarse.- dale, decí la verdad, ¿de donde sacaste semejante guita para comprar esto?.- agregó ya más calmada.-
-no me digas que sos narco.- comentó entre risas, la casa tenía demasiados lujos, no podría ser por un trabajo de medio tiempo y algo tan repentino.-
-bueeeeeno les cuento.- decía mientras se paraba a buscar el equipo de mate.- hace un tiempo que quería una casa así y ahorré bastante al punto de que pude comprarla.- soltó algunas risitas por lo bajo mientras volvía con las cosas.- y bueno, algún que otro árabe me dijo "muéstrame tus tobillos y te pago".- decía tratando de imitar el acento de Apu de los Simpsons.-
Ambas habían empezado a carcajear como loros haciendo bastante ruido.- ¿cómo es eso? ¿Vos los buscaste?.- seguían aún carcajeando cuando la del medio agregó.-
-no bola, ellos te buscan a vos.- contestó mientras cebaba el mate así extendérselo a Lu.- por Instagram te mandan, tienen fetiches raros, pero nunca te van a pedir pack, eso te lo aseguro.- decía con una sonrisa, bien mostraba que no era la primera vez el mandarle sus tobillos a los árabes.- bueno, cambiando de tema...- se quedó en silencio unos segundos creando suspenso.-
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≈•Un amor que traspasa barreras•≈
Fiksi PenggemarHola mis pagualtacatitas! Esta es una trama de muchos revuelos de sentimientos en la que se cuenta la historia de tres argentinas y tres mexicanas, esperamos les guste!💖