Capítulo 22

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Antes que nada, Quiero compensarles el capítulo anterior, que sí, estuvo bastante aburrido y corto.

Sin más que decir, manos a la obra.

— Jughead...— decía Anne entre sollozos— tengo miedo.
— no tienes por que tener miedo, siempre estaré para salvarte, por dios Anne, por un momento pensé que te perdería.

Ella no dijo nada, se aferró a mi cuerpo mientras sollozaba.

— Jason no se merecía eso— decía en medio de sollozos.
— todos sabemos que no se lo merece, y vamos a encontrar a su asesino, lo voy a encontrar, cueste lo que cueste.

[...]

La llevé hasta Tormhill, la mansión se veía más lujubre de noche, toque un par de veces la puerta y le dí gracias a Dios que la que abriera la puerta fuera Cherryl y no sus padres.

— Jughead— me miró con sorpresa ya que no se esperaba que me apareciera por aquí, de inmediato cambió de expresión a una de preocupada al ver a Anne en un estado cansado y apoyada en mi hombro— ¡¡Anne!! Ven, pasa Jones llevemosla al sillón— la agarró delicadamente y me guío hasta el salón, la recostamos en el sillón y en cabo de segundos cayó rendida y durmió como un ángel— ¿Qué le pasó?
— ella... Yo, peleamos, sí se le puede llamar así, luego... Casi— no pude evitar los sollozos por el hecho que temi por su vida por unos instantes— casi la atropellan, y-yo.
— está bien Jones, gracias por traerla a casa. Ahora te puedes ir, shu.

Cherryl siendo cherryl.

Caminé hasta el sillón donde reposaba Anne. Me puse de cunclillas a su lado mientras le susurraba al oido.

— Mi princesa, me tienes tan enamorado de ti, no sé cómo de un día para otro me has lanzado un hechizo de amor hacía tí, te quiero como nunca a nadie he querido. Qué descanses— pose mis labios sobre su frente depositando un casto beso.

Salí de la mansión y me dirigí al autocinema.

En mi mente se reproducía una y otra vez esa sonrisa ipnotizante de Anne, su cabello rojizo, su dulce y tierna voz.

Así fue hasta que me quedé dormido.

Narra Anne Blosom:

Escuché unos ruidos en la cocina, me encontraba en Thornhill ni siquiera sé cómo llegué aquí.

— que bueno que despertaste hermanita— entró Cherryl con una vibra alegre al salón con una bandeja en manos.
— yo... ¿Cómo llegué aquí?— pregunté tallandome los ojos.
— oh, gorrito te trajo hasta aquí— contesto con poca importancia.
— ¿Gorrito? ¿Te refieres a Jughead?— pregunté confundida.
— así mismo querida, se nota que lo traes comiendo de tu palma querida hermana, aunque, ¿por qué Jones?
— yo... El... — aún no estaba despierta completamente, trataba de asimilar todo.
— entiendo que no recuerdes tanto, seguro te golpeaste la cabeza.

Y no habría dudas, la cabeza estaba por estallarme.

— ¿cómo? Yo, no recuerdo casi nada, solo qué, un camión venía y luego, nada.
— deberías tomarte un baño, y prepararte para Riverdale Hight.
— ¿Estamos en Riverdale?
— te golpeaste fuerte la cabeza, en fin, te dejo el desayuno iré a ver a Nana Rose.

¿Quién era Nana Rose?

Me levanté sobando una parte de mi cabeza, agarré la bandeja que minutos atrás Cherryl había dejado.

Me fui a mi habitación, al entrar me dirigí a mi closet, agarré la primera prensa más cómoda que pudiera haber encontrado.

— hey, mi viejo overol— chillé con estusiasmo al verlo colgado en una parte de mi armario— después de todo, Cherryl no tiró por completo mi guardarropa.

Hasta Que La Muerte Nos Separe//Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora