—¡BLAAAAAAAAAIR!¿¡DÓNDE TE HAS ESCONDIDO GATA INFERNAL!? ¡VAS A OÍRME!
—Disculpe joven —Un hombre cincuentón con un extraño bigote detuvo a Soul antes de que pudiera entrar a las salas privadas—, no puede irrumpir en el Cabaret para reclamarle a una de nuestras trabajadoras.
—¡JODER! —respondió el albino molesto, no tardó mucho en recordar la forma de acceder por cortesía del viejo pervertido— Tengo pase. ¿es suficiente?
—En ése caso, sólo necesito una identificación por un momento para corroborar sus datos.
—Claro —sacó su billetera y le dio la tarjeta al hombre—, y apresúrese que tengo prisa.
«Nunca creí que la utilizaría algún día. Ése viejo tiene mal gusto para los regalos... aunque ésta vez me ha salvado de una»
—Sólo serán unos minutos —El encargado la tomó para revisarla en la base de datos del lugar—. Aviso, los destrozos a los bienes materiales que pudiera ocasionar correrán por su cuenta. Si solo se trata de gritos y peleas verbales no hay ningún inconveniente a menos de que alguien termine llorando. Éste local es ajeno a cualquier partido político, religión o cultura. Por último, ¿no le gustaría contratar nuestro nuevo servicio a domicilio? Con cargo a su tarjeta de crédito.
—Eh... no, no gracias. Tal vez en otro momento.
—Entendido, nuestra línea telefónica está a su disposición cuando guste. Gracias por su preferencia y, ¡Bienvenido al Cabaret CHUPA CABRAS! Disfrute su estancia.
Después de comprobar que el pase era real, el hombre le regresó la identificación del Shibusen e hizo una reverencia como cortesía por su primera visita –había que atender bien a los nuevos clientes–.
—Bien... ahora si... ¡BOLA DE PELOS MORADA! —Se encaminó decidido a encarar a su nunca aceptada mascota. De una patada abrió la puerta que le pareció más conveniente teniendo al fin, la buena suerte de dar con ella— ¡TE ENCONTRÉ!
—¡Bienvenido Soul-kun! —exclamó ella que para sorpresa del chico se abalanzó a él para darle un asfixiante abrazo.
—¿Qué? ¡No! ¡Aléjate de mí criatura vil! —clamó el intentando quitársela porque el aire comenzaba a faltarle. Ella divertida, lo dejó libre recibiéndolo con una sonrisa pícara. Obviamente ella ya sabía que estaba yendo por el hechizo que aún tenía.
—¿¡Cómo te atreves!? ¡No sabes cuánto he estado sufriendo por tu maldita culpa!
—Yu~ Soul-kun, y lo que te falta —Le respondió ella moviendo sus manos felinamente mientras le guiñaba un ojo.
—Serás... ¡Lujuria infernal! Ganas no me faltan de cortarte y que te regalen en la carnicería pero, soy muy genial para rebajarme a un nivel criminal.
Blair sonrío aún más. Regresó a sentarse en su sillón. Sus compañeras estaban atendiendo a otro cliente en una sala aparte así que podía darse el lujo de jugar con la paciencia del chico lo mejor posible.
—Y, ¿a qué has venido Soul? Porque si Makita-chan se entera de que has venido... —observó cómo la mirada de él perdió color—, no me imagino lo que te hará.
Soul sacudió su cabeza para alejar esas escenas sangrientas de su mente.
—¡Deja de decir tonterías y dime de una vez qué has hecho con la foto!
—¿Foto? ¿De qué foto hablas Soul-kun? —preguntó juguetona.
—¡Tú sabes de qué hablo! La foto que tomaste de Maka y que METISTE en mi mochila.

ESTÁS LEYENDO
¡POR UNA FOTO!
FanfictionDebido a una venganza de Blair, Soul tiene que sufrir la ira de Maka al tener cierta foto en su poder que le ocasiona estragos a su salud masculina. Y por si fuera poco, sus amigos también han sido involucrados, y ya nadie puede ver a Maka de la mi...