FINAL

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­«Ya se ha tardado mucho... ¿Será que le pasó algo? ¿¡Maka lo habrá descubierto ya!?»

Suspiró, ¡la paranoia la está consumiendo! ¿Y cómo no iba a hacerlo? ¡Si ha estado por más de tres horas sola en el departamento! Vamos, cuando decidió ir allí para ver a Soul, no pensó que él ni siquiera estuviera en casa. Incluso Maka no se encontraba en el lugar, lo cual era raro sabiendo que su hora de hacer tarea ya se le estaba pasando.

¿Dónde se habían metido? ¡Era desesperante solo oir cómo Blair jugaba en su cuarto! Aunque no tenía idea de por qué no había bajado a saludar siquiera...

Bueno, si lo pensaba bien al único que quería ver es a Soul, si se encontraba con Maka, no sabría cómo actuar. No estaba lista luego de... ¡Alto! Dijo que no volvería a pensar en ello. Sacudió con fuerza la cabeza y continuó comiendo una tarta de fresas que encontró en el refrigerador —ser ninja tiene sus ventajas, no necesita una llave para entrar a las casas... ni permiso—.

«Creo que no me importaría que tardara más, ¡esto está riquísimo! Luego le pediré la receta a los chicos, Black Star estará encantado de probarla»

De pronto, escuchó un golpe seco en la puerta que la sobresaltó. Se levantó con sigilo sin soltar la tarta, observando con cuidado el mínimo movimiento que pudiera suscitarse. Otro golpe con mayor fuerza. Tomó el último trozo del postre y lo comió con rapidez dejando a un lado el plato. Ya tenía las manos libres para pelear si era necesario. Si los dueños de la casa fueran los que estuvieran al otro lado de la puerta... no necesitarían golpearla.

Se puso en guardia, esperando algún nuevo indicio del intruso.

—¡ESTO...! —Tsubaki se asustó cuando una extraña voz de ultratumba se escuchó al otro lado. Su cuerpo se tensó por completo y una extraña aura oscura y comenzó a entrar a la habitación. Podía sentirlo, eran unas ansias asesinas. Un enemigo poderoso. Tragó duro— ¡ES IMPERDONABLE!

La puerta fue abierta de un potente golpe haciendo saltar astillas por los aires. Varios objetos fueron lanzados al interior de la casa destrozando algunos muebles de los que la ninja pudo cubrirse a tiempo. No podía esperar más.

—¡KYAAAAAAAAAA..! —emitió su grito de batalla para lanzarse con el puño en alto para detener a la bestia que había osado por irrumpir en la casa de sus amigos— ¡TOMA EST... ¿AHH? ¡¿MAKA?!

Se detuvo a unos centímetros de tocar el rostro de su pequeña amiga que la observaba sorprendida. Su rostro mostraba total desconcierto, así como debía estar el suyo también.

—¿Tsubaki? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

—¡No hay tiempo Maka! ¡Hay un demonio cerca de aquí, pude sentirlo! —exclamó presurosa tomando a su amiga de los hombro para ponerla atrás suyo y buscar al enemigo en cuestión.

—¿Qué? ¿demonio? ¿Dónde? ¡Yo no siento nada!

—¿Cómo dices? ¡Si estaba clara su esencia sanguí...! —Sus palabras se quedaron en el aire al voltear atrás para verla. Ella estaba bien, un poco alterada por su respuesta inconclusa pero con buen aspecto. En cambio, los objetos que habían arrojado hace unos minutos... eran cuerpos.

Tres cuerpos inconscientes, dos hombres y una mujer con varias heridas en diversas partes del cuerpo y chichones a la vista en la cabeza. Sus ropas estaban rasgadas y llenas de lodo, hojas atoradas y varias ramas de árboles. Incluso parecían tener, ¿baba de perro? Esperaba que fuera baba de perro.

—¿BLACK STAR, KID Y LIZ? ¿PERO QUÉ LES SUCEDIÓ? ¿¡Dónde los encontraste Maka!? ¡Hay que atenderlos rápido y reportar que fueron atacados! —Tsubaki fue de inmediato a socorrerlos pues su estado físico era preocupante.

¡POR UNA FOTO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora