Parte 2

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Algo estaba mal. Podía sentirlo en cada en cada gota de sudor que su cuerpo producía. No es que las dotes de intuición o percepción se le dieran, eso estaba reservado para Maka, pero había algo en el ambiente que le advertía que debía estar preparado.

Bueno, en realidad las señales estaban claras. Después de la noche anterior en donde le jugó la broma a Blair, no la había vuelto a ver en el departamento ni siquiera para un breve saludo. Aunque tampoco es que le molestara el hecho de no despertar sin aire o con un chichón en la cabeza, sólo que... en su interior estaba la pizca de ansiedad por lo que la gata pudiera hacer.

Se sentía... observado. Era como estar en la mira del objetivo siendo la pequeña oveja acechada por el lobo.

Tal vez sólo estaba un poco paranoico.

Claro que, él no sabía que Blair SI lo estaba vigilando.

Antes de irse temprano, al pasar por la habitación del chico le lanzó un hechizo que le permitiera observarlo todo el día. Es que, ¡no pensaba perderse el momento justo en que el chico se arrepintiera de no comprar su salmón! No, eso sí que sería digno de verse y qué más le gustaría que presenciarlo en vivo; pero si él la veía rondando sospecharía más de la cuenta y no podría disfrutarlo. Era una genio, sin duda.

—Sólo pienso en tonterías —suspiró hundiendo su rostro entre los brazos.

—Raro sería que no lo hicieras.

­­­­­—Mira quién habla, la que no deja los libros ni siquiera para comer —gruñó en respuesta.

—Por lo menos lo mío es provechoso —repuso Maka en burla con una leve sonrisa a la que él respondió rodando los ojos.

Los dos estaban ocupando sus lugares en el salón de clases. De hecho, eran de los primeros en llegar; algo milagroso tratándose de Soul pero entendible debido a la falta de retraso mañanera.

Ni el equipo Death ni Star habían entrado aún, por lo que Soul estaba más que muerto del aburrimiento recostado en la mesa. Maka por su parte, en otra situación milagrosa, no tenía su atención en un libro sino en su libreta a la cual le dedicaba especial esmero por el hecho de estar escribiendo un cuentecillo que se le había ocurrido. Era algo que muchos no sabían de ella, que no sólo buscaba distracción en la lectura, también lo hacía en la escritura.

Chrona ya había llegado y al igual que Maka estaba escribiendo algo en su propio cuaderno. Era un gusto que se le quedó desde aquella vez en que la rubia la incitó a escribir un poema para adaptarse al ambiente de Shibusen.

Aunque le era algo extraño y confuso que nadie leyera sus obras a menos que les tocara hacer disección con Stein. Según le decían era para tener con qué distraerse, pero ella no terminaba de entender a qué se referían exactamente.

—S-Soul, también deberías escribir para no aburrirte —Le sugirió Chrona viéndole de reojo, aún se sentía algo insegura de hablar propiamente con él pero por lo menos hacía el intento.

El chico evitó el impulso de echarse a reír.

—No, no, no. Eso se lo dejo a sus complejos de inferioridad. Yo soy muy cool para ponerme a escribir clichés románticos o depr... —Dejó de hablar al instante de ver la vena creciendo en la frente de su técnico. Mala señal, cambió de inmediato sus palabras—. No se me da el talento.

—Nada relacionado con el estudio te es conveniente Soul —dijo Maka entre dientes. No despegó la vista del lápiz y papel. Era muy temprano para ponerse a discutir; se había prometido intentar... algo de condescendencia con él... ¡Pero qué complicado se la ponía el idiota!

¡POR UNA FOTO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora