El romance no es mi fuerte

1.1K 84 0
                                    

Salí de casa luego de despedirme de mi madre, me miraba algo desconfiada, pero sabía que lo mejor era dejarme ir, mire el carro que estaba estacionado frente a la casa, estaba haciendo algo de calor, así que mi vestimenta se basaba en un jean talle alto, bastante roto por las rodillas con unos zapatos deportivos, y una camisa que me llegaba por encima del ombligo, los vidrios estaban ahumados así que no podía ver quien estaba dentro, pero igual tome la manilla de la puerta y abrí, ella estaba recostada del volante con cara de pocos amigos, y con un monton de anillos en una mano.

—Hola amor— La salude y deje un beso en sus labios para luego colocarme el cinturón.

—Me duele la cabeza— Se quejo y sonreí.

—Liam me dijo que estuviste en la fiesta hasta tarde, es raro no te gusta estar en fiestas— Ella asintió y coloco en marcha el auto —Hey si quieres manejo yo, si no te sientes tan bien.

—Estoy bien, me tome una pastilla y todo— Ella sonrió y tomo mi mano —¿Que quieres hacer? Yo quiero ir al cine.

—Yo quiero comer algo, muero de hambre— Me queje.

—Cuando no, tu con hambre— Se burlo.

—Y cuando no, tu queriendo estar sentada flojeando y viendo peliculas— Ella sonrió —¿Estas bien? Pensé que podías estar molesta.

—¿Por qué? No claro que no— Beso mi mano —Ahora iremos al cine y luego a comer— Negué —Bueno primero a comer y luego al cine— Sonreí —Caprichosa— Se burlo.

—Y tu que haces lo que yo digo— Me estire hasta besarla.

—¡Estoy manejando!— Se quejo y reí.

Repetí la acción y esta vez no se quejo, solo giro los ojos, sonreí al verla ella era mi chica y me gustaba verla feliz, llegamos luego de diez minutos al centro comercial, bajamos y ella fue quien tomo mi mano, iba a decir algo, pero no me gustaba la idea.

—¿Estás segura?— Pregunté.

—Bueno... No tanto— Sonreí, al menos era sincera —Pero me gusta, ser romantica no es lo mio.

—¿No? Yo diría que si— Le dije

Llegamos a un restaurante italiano, en aquel campo de flores le había dicho a Billie mi amor por este tipo de comida, pero me agrado que decidiera el lugar por algo que le dije que me gustaba, nos sentamos juntas, no una frente a la otra, algo que no me gustaba era ese estereotipo de citas cuando estan uno frente al otro, eso lo dejo para la primera cita, no una segunda o quinta, aunque bueno no he tenido tantas citas con Billie.

—¿Que piensas?— Me preguntó.

—En esto— Nos señale —Es una cosa de locos estar aquí contigo.

—¿De locos?— Arqueo una ceja.

—El hecho es que, pensé que necesitabas tiempo, no que ibas a venir luego de la fiesta a buscarme solo porque no sé...

—Quería salir contigo— Me interrumpió —Quería salir con mi novia, y por eso te fui a buscar, porque quería y porque puedo, y porque tengo que aprovechar que estas cerca para salir contigo.

Iba a responder pero llego el mesero, pedimos pasta a pesar de que quería pizza, pero esta vez consentí a Billie un poco, comimos mientras hablamos de todo menos nuestra relación o lo que iba a pasar a futuro, ella me contó su encuentro con Hilda en la cocina, y sigue diciendo que la chica tiene pinta de asesina, realmente no la veo así, es una dulce chica con una cara de enojada siempre, pero no tiene pinta de asesina.

AMOR DE VERANO (Billie Eilish y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora