Las luces multicolores los iluminaban dándole a ambos la apariencia de que sus cuerpos eran de color neón. Timothée apretó la mano de Afrodite que aún sostenía entre las suyas, ella lo miro encontrándose con sus ojos llenos de sincera emoción y tal vez ella jamás lo admitiría en voz alta, pero aquel día, mirarlo con ese brillo en los ojos y él mismo irradiando felicidad, fue como una oleada de aire fresco para ella.
—¿Qué es este lugar? —quiso saber él. La pelirroja tiro de su mano hasta quedar frente a un cartel que mostraba un mapa de todas las secciones del lugar.
—Se llama "retrowabe", es una especie de parque de diversiones. Puedes realizar actividades como patinar, jugar a los bolos o en las máquinas de video juegos, ya sabes esas máquinas súper vintage —Ahí, mirándola bajo las luces neón con el rostro sonrojado y completamente concentrada en lo que decía, Timothée realmente se dio cuenta de algo: la quería más que a nada y amaba cada faceta de ella. Sin embargo, por ese momento, se guardó lo que sentía únicamente para él. — En cada sección te dan tickets si es que ganas y al final puedes cambiarlos por algo en la cafetería o por un souvenir.
—¿Y a donde iremos primero? — cuestiono emocionado mientras rodeaba la cintura de su acompañante y le dejaba un corto beso en los labios.
—Honestamente — susurro ella. —Me gustaría llevarte a conocer los baños para enrollarnos ahí. Pero eso sería indecente, así que vamos a patinar.
Caminan adentrándose en el amplio lugar. Para Timothée no pasan desapercibidas las miradas de deseo que la mayoría de los adolescentes que se encuentran ahí, le lanzan a Afrodite. Una pizca de celos se expande en su interior y se tiene que tranquilizar diciéndose que él no es nadie para sentirse celoso. Así que lo deja pasar y se permite concentrarse en el momento, en disfrutar de aquella tarde junto a ella.
—¡Vamos cariño!, ¿Viste ese movimiento?, fue fantástico — Afrodite soltó una risita al escuchar a Timothée quien llevaba media hora jugando a los bolos y en todas las partidas, había ganado. La pelirroja corrió hacía él y enredo sus brazos alrededor de su cuello y lo beso.
Al separarse lo observo, él aún mantenía el agarre en su cintura. Fue ahí, en ese momento, mirando el rostro sonriente de Timothée, con las mejillas levemente sonrojadas a causa del esfuerzo físico que jugar a los bolos requería y aquellos ojos verdes llenos de brillo, que Afrodite se dio cuenta que estaba enamorada de él. Lo amaba cuando daba alguna de sus clases y se emocionaba al explicar algo que a él le gustaba, lo amaba después del sexo, con su cabello revuelto y sus labios hinchados y lo amaba ahí, en ese instante con su rostro iluminado de sincera emoción. Él acorto la distancia entre ambos y nuevamente la beso. La quería tanto que el corazón le dolía.
Su beso se vio interrumpido por una de las empleadas del lugar que los miraba a pocos pasos de distancia.
—Se ven tan lindos juntos — les dijo, — ¿Gustan que les tome una foto para capturar este momento? — se ofreció.
Ellos asintieron, pero ninguna fotografía se compararía con la imagen mental que Afrodite y Timothée guardaban de aquel día en el cual, por primera vez, fueron conscientes de lo que sentían el uno por el otro. Después de un rato de continuar en la sección de los bolos, comienzan a caminar hacía el centro del lugar. Cuando llegan a la sección de los souvenirs, él intercambia todos los tickets que ha ganado ese día por un peluche de dinosaurio para Afrodite. Ella por su lado, intercambia sus tickets por una pulsera tejida para Timothée.
—Dame tú mano — le pide ella.
Él obedece porque cada orden o petición que haga esa chiquilla pelirroja debe cumplirse al pie de la letra. Al tomar su mano entre las suyas, comienza a anudar el brazalete a la delgada muñeca del castaño quien la mira con adoración. Él piensa que se ve tan bonita mientras con concentración le pone la pulsera y cuando ella termina de hacerlo, la abraza y le da un corto beso en los labios.
—Me encantas —le dice sincero. — Y me encanta la pulsera que me diste. Gracias por traerme aquí y convertir un día ordinario en uno especial.
Afrodite no sabe que decirle. No sabe cómo expresar en voz alta que se ha enamorado de él sin quererlo y que lo quiere más que nadie. Le duele el pecho y lo único que atina a hacer es lanzarse a sus brazos y perderse en su abrazo. Su abrazo que se siente seguro para ella. Se siente bien, se siente como hogar. Él se aferra más a ella como si esa chiquilla fuera una especie de vaga ilusión que en el momento menos oportuno se puede esfumar. No quiere que nada acabe. No está preparado para cuando su pequeña burbuja de felicidad se esfume. Se quedan abrazados por lo que parecen horas. No hay nadie más alrededor, solo son ellos dentro del calor de su abrazo. Bajo las luces multicolor de aquel lugar, la pelirroja y el castaño casi parecen una pareja normal.
quise hacer un moodoard de este capítulo, espero les guste <3
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teacher's pet ✦ timothée chalamet.
Fanfic"Tú nombre te hace honor porque eres la misma representación de la lujuria, del deseo y el amor." En donde Timothée esta harto de su vida y de conocer a mujeres ricas, huecas y vacías y conoce a Afrodite que es todo lo contrario a eso. O en do...