III

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Eso es todo, ¿no? 

Después del infinito ya no hay nada, ¿verdad?

Al final, todo tiene un punto concluyente.

La eternidad termina al caer el último grano de arena y se desvanece con la realidad.

Intento tocar recuerdos como si de piel se tratase, anhelando en vano sentir el pasado que se escapa de mi pecho.

Batallo constantemente entre cuatro paredes,

Trato de establecer límites entre la añoranza y la desesperación.

No deseo regresar en el tiempo, pero agradecería que el recuerdo no fuese tan efímero y escurridizo.

Quisiera atesorar este infinito concluido sólo un poco más,

No dejar que el olvido engulla mis horas como si fuesen segundos,

Me gustaría recordar de forma más vívida, así sea unos instantes, mi pequeña felicidad. 

-Ramos

Crónicas de un pulso tristeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora