𝘶𝘯.𝘰

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 ¿disfrutas de mi sufrimiento, Dios?


El día era caluroso como el infierno.

Stan podía sentir al sol que le quemaba la piel, y los mosquitos comiéndoselo sin piedad, acompañado de los molestos sonidos de las chicharras y el ventilador, y no podía hacer nada al respecto.

Y no porque si apagaba el ventilador, tendría calor, si cerraba las cortinas, no tendría luz, y si se pusiera a matar mosquitos y chicharras perdería su tiempo, sino porque estaba lo suficientemente ocupado. Ocupado buscando un trabajo.

Era un desempleado adulto, sin casa propia ni novia, mirando la pantalla de su mac y actualizando su e-mail cada dos segundos. Maldición, ¡realmente necesitaba un empleo!

- tssk, ¿que tan difícil es conseguir un maldito trabajo? - Dijo, golpeando su escritorio con el puño cerrado, tirando algunos lapices con torpeza que yacían ahí, y derramando su te en las hojas de calculo de su universidad.

- ¿no me sale nada bien hoy, eh?- con una mueca de amargura se agachó a recojer los lapices y ponerlos en su lugar, limpiar el desastre del te con un trapeador que estaba en la esquina de la manera mas pesada y con el mayor disgusto de su vida. - Dios, ¿Me escuchas, Dios? ¿Ves a tu hijo morirse y no haces nada? - Dijo en voz alta mirando al techo y apuntando con el trapeador como si este fuera un arma- ¿Jesucristo, me odias, me quieres ver sufrir? ¿DISFRUTAS MI SUFRIMIENTO, DIOS?- gritó a todo pulmón, moviéndose exageradamente con el trapeador en una mano.


- Si, de hecho me causas mucha gracia, payaso.-

-¿ah?- Stan entró en pánico ¿Dios le había respondido? ¿Se estaba volviendo loco? gritó, soltó el trapeador y se subió a su silla sin ninguna razón.


-¿Porque sigues perdiendo el tiempo, tonto?- Dijo la voz, mostrándose y haciéndose cada vez mas alta.- Eres un caso.- Kenneth Mccormick, en la puerta con una bolsa de papitas. Su compañero de cuarto, amigo de universidad, y ex compañero de trabajo.- Tienes una situación complicada ¿y si te pones a trabajar en un chuck e cheese?

-¡Kenny, maldición, idiota, me asustaste!- Dijo, bajándose de la silla y con la mano en el pecho, jadeando y recuperando el alma de aquel susto.

El apodado Kenny abrió paso y se sentó en la cama de Stan, haciendo caso omiso a la palidez de la cara de su amigo y el inminente miedo que se mostraba en todo su cuerpo, solo expresando una sonrisa de lado  -Dime que tu no harías lo mismo, tonto.- dijo burlón, mientras llevaba una papita a su boca. - Y bien, ¿aceptarías trabajar en un chuck e cheese?-

-No seria capaz de perder mi dignidad así.- dijo sin apartar la mirada al trapeador, poniéndolo en su lugar. 

-¿Dignidad? Pfft, - carraspeó -Mi ano tiene mas dignidad que tu.- Kenny, sarcástica y lamentablemente tenia razón. 

-Kenny, soy un economista profesional, estoy hablando en serio.- Dijo, estresado en un ronquido. Con pesadez en cada entonación, mirada vacía y ojeras no estéticamente agradables. 

-yo también hablo en serio. De todos modos un economista profesional no tira toda su tarjeta de crédito en mercancía de Anime, ¿o es un nuevo pasatiempo de las mentes de tiburón que desconozco?-

y es que, así fue. Stan, un salido de la universidad con diploma dorado y honores tuvo el descaro de desperdiciar todo su saldo de primer trabajo en una colección enorme de anime. Pero es que, mierda, kakegurui era una adición mas fuerte que el alcohol para el. 

 Hizo un desastre, pero no lo admitiría, y mucho menos a Kenny.

-Ugh, cállate y vete.- Le dio la espalda -Eres una molestia.-  quedando al frente del computador, actualizando una y otra vez la pagina principal de su e-mail. Tenia pensado hacer eso hasta que llegase una notificación, la que fuese, una señal, lo que sea. Maldita sea, ¡necesitaba un trabajo!


Kenny observaba con una mueca mientras agarraba con sus dos manos su bolsa de papitas. Estaba preocupado, vaya que lo estaba, es por eso mismo que había subido a ver el estado de su amigo, no lo esperaba tan deplorable.

-hey, stanie.- Casi susurrando apodócon un tono suave y un puchero de preocupación ajeno a los ojos de Stanley. Al no haber respuesta, siguió. -Siento que debes descansar un poco ¿no has dormido haciendo tu curriculum, cierto? Lo digo porque si te mueres no podrás costear tu funeral, y yo no lo pienso pagar, ahorro para la play 5.


Stan dio un giro y le dedicó una mirada de odio, luego regresó a lo suyo.

-Te estoy diciendo la verdad, Stanie, duerme un poco, maldición. Yo hago por ti lo que te falte, y si llega algún aviso de empleo te despierto. No es necesario que actualices todo el tiempo tu e-mail.-

Se detuvo, miró detrás suyo -Idiota. Te debo una- Dijo desde su silla, con una expresión completamente distinta a la que tenia hace unas horas, mostrando toda su felicidad, casi llorando. Stan tenia a un gran amigo.

-Ahora, quítate, voy a dormir.-







¿realmente me va a tocar trabajar en un chuck e cheese?





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⏰ Última actualización: Dec 01, 2020 ⏰

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𝘦𝘭𝘦𝘷𝘢𝘵𝘰𝘳 ━ 𝘀𝘁𝘆𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora