What a girl wants- Sailor Moon- OS

El amigo de Rini

La rutina y monotonía acabarían de volver loca a Serena. Su matrimonio estaba acabado sin poder dar vuelta a atrás; nada quedaba de ese viejo amor y como si eso no fuera poco su convivencia familiar cada día era peor.

Sabía que Darien tenía un romance con aquella colega del hospital con la que lo había visto demasiado cercano cuando fue a verlo sin avisar. Amy lo había confirmado un par de meses después cuando le confesó a Serena que aquella noche los había visto besándose apasionadamente en un pasillo cuando ella terminaba su guardia.

Serena había llorado, pero no de tristeza. Hace años que no sentía lo mismo por Darien y solo se había quedado con el por su hija Rini. Serena no quería sentirse como la culpable de haber roto a su familia, no quería vivir con el remordimiento.

Pero después de tres años en silencio ella ya no sabía qué hacer con su vida. Rini entonces tenía diecisiete años y parecía repudiarla cada día más, incapaz de no hacerla molestar con cualquier comentario o acción. La adolescente parecía tenerle cierto coraje, la culpaba de que su padre ya no estuviera en casa ni pasara tiempo con ella, para Rini su mamá era la mala en toda esta historia sin tener idea de lo que sentía.

Para colmo de males, la pobre Serena al enterarse que su hija salía con un hombre mayor, amigo de su querida sobrina Hotaru terminó por volverla loca. La guerra estaba declarada entre madre e hija.

Pero realmente solo era preocupación...  Su historia había empezado así, demasiado cegada por un hombre mayor y embarazada tan joven. Había luchado con tantas fuerzas por ser lo que Darién esperaba y nunca parecía suficiente, aquello la había transformado en alguien infeliz.

Con 33 años, un trabajo en le gobierno que odiaba, siempre sintiéndose demasiado cansada y triste, esa era su vida. Día y noche, los siete días de la semana, numerosas cenas sola y sabanas frías, nadie con quien hablar, nadie a quien amar ... pero todo aquello estaba apunto de cambiar.

Sucedió una tarde mientras estaba en el comedor, escucho el ruido de la puerta abriéndose y risas acompañadas de lo que parecían ser tropezones con sus muebles. Rini acaba de llegar y no venia sola.

"Serena." Dijo asomándose al comedor. Había dejado de llamarla mamá. "Vinieron mis amigos conmigo."

"Señora Chiba" Akiko la amiga de Rini saludo poniéndose aún lado de su hija. "Buena tarde"

"Akiko, que tal." Serena devolvió el saludo amablemente. Esa niña era muy recurrente en su casa, pero no era la única que acompañaba Rini esa tarde.

"Seiya para." Dijo una voz desconocida.

Un par de jóvenes aparecieron en la habitación.

Serena sintió que se le fue el aire cuando lo vio, el tiempo se detuvo y sus piernas temblaron al notar esa sonrisa y mirada sorprendida que se transformó a sugestiva cuando encontró la suya.

Había allí un chico muy joven, alto, mucho más alto que ella, con facciones varoniles, pero con una boca bella y delicada que por un segundo pudo envidiar. Había muchas cosas que admirar a simple vista, Pero fueron aquellos ojos los que hicieron a Serena  boquear, azules profundos, rasgados como felino ...tuvo sacudir su cabeza para regresar la realidad y no perderse en esos ojos.

"Hola Serena." La había tuteado por nombre y su cuerpo se erizó al escuchar su voz tan varonil. El chico descanso su mentón en el espacio entre el cuello y la clavícula de la chica pelirroja a la que abrazaba por la cintura. "Un gusto conocerte al fin."

Serena no había escuchado nada, ni tampoco había entendido que le acababa de pasar. El chico pareció notarlo cuando una sonrisa aún más grande surcó su cara.