Capítulo 23

1.1K 114 196
                                    

—¡¡ALICE!!—mis piernas cobran vida propia y corro hacia la chica en el suelo, al llegar a ella y agacharme sostengo con desesperación su cabeza, aún sigue consiente.

—Vi-Victoria—dice bajo y entrecortado.

—No hables, tranquila, todo estará bien—con cuidado retiro su mano tratando de examinar la gravedad de la herida pero rápidamente vuelve a taparla.

—¡No!

—Alice, necesito ver tu herida—niega reiteradamente, doy un suspiro—. Bien, al menos déjame llevarte al hospital—asiente, posiciono mis brazos debajo de ella para tratar de cargarla pero es demasiado pesada.

—Yo la llevare—dice Conway a mi lado, asiento y le doy espacio para que pueda levantar a Alice, la carga sin mayor esfuerzo y nos encaminamos con paso apresurado al hospital.

Me adelanto he ingreso al lugar buscando algún médico o enfermero, por suerte visualizo a Emily en recepción.

—¡¡Emily!!—gira confundida pero se sorprende al verme, camina apresuradamente hacia mí.

—¡Victoria!, ¡¿qué coño te ha pasado?!, ¡¿estás bien?!—examina mis manos y mi vientre, sin entender bajo mi mirada y me percato de que estoy completamente manchada de sangre.

—¡No!, ¡no soy yo!, ¡es Alice!—me mira con el ceño fruncido.

—¿Alice?

—¡¡Un puto medico!!—Emily alza la mirada a la voz del Superintendente a mis espaldas, expresión cambia a una totalmente horrorizada, pasa de mí corriendo hacia el hombre.

—¡Traedme una camilla!—uno de los enfermeros presentes corre entrando a un cuarto y después saliendo con una camilla, Conway baja a Alice con cuidado, me acerco a ella mientras la transportan a algún lugar del hospital.

—Victoria—susurra, estira su mano para que la tome, en ese momento todo se derrumba, no puedo aguantar las ganas de llorar y pequeñas lágrimas de mis ojos salen.

—Todo va a salir bien—digo entre cortado y sin aliento.

—No quiero que muera— dice entre lágrimas, me confunde sus palabras pero eso no es lo importante ahora.

—Tú mejor sabes que son los mejores, vas a salir de esta y no te dejare sola—niega.

—No entiendes—con mi manga seco algunas lágrimas.

—¿Entender qué?—una mano agarra mi hombro deteniéndome, es un guarda de seguridad quien me niega el paso, miro a Alice sin soltar aun su mano.

—Te quiero Victoria—sollozo.

—Te quiero—suelto su mano y veo cómo pasan dos puertas grandes.

Las puertas se cierran y miro a través de los pequeños cristales como la llevan hasta perderlos de vista.

No aguanto más y me acuclillo en el suelo con grandes sollozos, mi vista se nubla debido a las lágrimas, el dolor y la desesperación me embargan.

Todo lo que creí haber dejado atrás viene a mí de nuevo.

No sé cuánto tiempo he pasado en esta posición hasta percatarme de que una mano se apoya suavemente en mi hombro, alzo mi mirada y le veo inclinado, debido a mi vista borrosa no logro ver detalladamente su rostro pero se perfectamente quien es.

—Está en buenas manos—su voz grave pero relajante hace que me levante de manera abrupta rodeando mis brazos en su cintura, no me abraza de vuelta así que supongo que esta tan sorprendido como yo por mi arrebato; sin embargo y después de unos segundos, rodea mi cuello—estará bien, ya lo veras.

CONWAY (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora