Capítulo 10✔

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El constante y molesto sonido hace que estire mi brazo hasta el aparato, deslizo mi dedo por la pantalla y lo acerco a mi oído.

—¿Si?

Estoy afuera.

Me siento abruptamente en la cama y miro la pantalla.

Número Desconocido.

—¿Volkov?— ha colgado.

Me levanto rápidamente y salgo al balcón, reconozco su auto negro y veo al sujeto recostado con los brazos cruzados.

—¿Ahora te conseguiste chofer personal?—la voz de Alice hace que me exalte— tienes que decirme como coño le haces mujer.

—¡No sé por qué carajos está aquí!

—Pues preguntárselo— tuerzo lo ojos, camino fuera del apartamento hasta las escaleras de emergencia, bajo y salgo de edificio. Cruzo la calle hasta que estoy frente a él.

—Es mi día de descanso por si no lo sabía.

—Lo sé perfectamente— lo miro con el seno fruncido.

—¿Entonces por qué esta aquí?

—El superintendente quiere verle.

Agrando mis ojos.

—¿A...ahora?— asiente—¿por qué?, ¿porque a mí?

—Tampoco me lo dijo. Solo sé que es importante.

—¿En dónde?

—En comisaria.

—No, no creo que sea buena idea pasar por la situación de ayer.

—No pasará, ha recuperado la memoria.

—¿Seguro?— asiente—.No.... no lo sé, Volkov.

—Solo será un momento, seguirá con su día libre como si no hubiera pasado nada—suelto un gran suspiro— por favor.

Asiento.

—Iré a cambiarme, no demoro— asiente, camino de vuelta al edificio, pero me detengo en las escaleras.

«¿Enserio lo vas a hacer?»

Dudo por unos instantes, pero decido devolverme de nuevo, me ve confundido.

—¿No iba a cambiarse?

—¿Quiere subir?—alza sus cejas.

—¿A su apartamento?—asiento—no creo que sea buena ide...

—Hay por favor, no voy a secuestrarlo si es lo que piensa.

«Bueno... al menos no yo» pienso.

Una casi imperceptible sonrisa sale de su boca, asiente.

Camina detrás de mí y subimos hasta el apartamento, abro la puerta, ingreso y me hago a un lado para que el hombre pase.

Alice se encuentra sentada en la isla con su desayuno. Escupe la bebida cuando ve al hombre.

Toce desenfrenada mente en busca de aire, río por lo bajo.

—Siento si moleste, creo que mejor me voy.

—¡No!— grita Alice, aclara su garganta— eh... no, pasé—su cara se torna carmesí.

—Perdón si le he asustado.

—No, solo estoy sorprendida— camino hasta la cocina, me siento en una de las sillas de la isla y golpeo con mi mano la silla a mi lado, Volkov camina con timidez hasta la silla y se acomoda.

CONWAY (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora