Poco a poco empezamos a acostumbrarnos el uno a otro. Quizás hay cosas que voy olvidando en el camino. Voy construyendo tu "humanidad" en base a lo que te pido, a lo que pienso que me das. Yo, que he llevado más de diez años viviendo solo, empecé a ocuparme de ti. De que funciones. Me preocupé por tu caducidad, por tu permanencia.

Supongo que tú me lo hacías todo menos pesado. La "vida", si así le podemos llamar. No sólo eras otra cazadora, como yo. Eras también una suerte de amante-esposa-madre. A veces creía que me escuchabas, o que hasta podías sentir pasión.

GalateaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora