Capitulo I

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Ya era finalmente lunes, tras quitarme las vendas me hicieron ir a clases.

Acomode mi negro cabello mientras miraba el resultado; Estaba sin herida o marca alguna.

Había un chiste que me decían mucho acerca de como antes mi cabello era rubio, marrón, blanco etc... Pero las cenizas me lo dejaron negro.

Tocaba distintos puntos de mi piel, afortunadamente no había ninguna herida, en serio, la magia es increíble.

Mientras iba por los pasillos pude ver a una persona tirada y recargada contra un muro, lleno de heridas, quemadura y pequeñas cortadas; Era evidente que fue agarrado entre varios.

Su uniforme no tenía el símbolo de ninguna criatura mitología así que eso significa que es un estudiante sin control del maná.

-¿Estás bien? -pregunté mientras me acercaba y me inclinaba a su lado.

-S-, si, estoy bien. -mintió. Lo pude ver en sus ojos.

Revisé en mi mochila y saqué uno de los frascos de ahí, contenía un líquido color verde brillante que le hacían ver repulsivo.

-Toma ésto. -quité el tapón y se la ofrecí.

Él la bebió, posiblemente estaba asustado de que me sumara al linchamiento que le hicieron al pobre.

Sonreí con amargura.

Entonces su cuerpo se comenzó a recuperar lentamente.

-Esta poción... ¿Curación rápida? ¡E-, Es muy buena!

-Me alegro, tarde días en perfeccionarla -sonreí-. Aún así, en cuanto a quemadura las pociones solo ayudan con las ampollas y el dolor. Así que mejor ve a la enfermería, necesitas descansar y que el maná en tu cuerpo se encargue del resto.

No le mentía, hablaba desde la experiencia.

-¿La hiciste tú -Sus ojos estaban abiertos de par en par-? ¡Si, eso haré! G-, Gracias de nuevo.

Después ambos seguimos nuestro camino.

Apenas llegue al patio pude ver como todos los alumnos se encontraban formando una "U" alrededor de la bandera.

La bandera contenía los colores verde, blanco y rojo, con un escudo en el centro el cual era un águila con una serpiente en la boca, estaba encerrada en un marco ovalado de oro con una corona imperial encima suyo y dos grifos negros con dorado a cada lado. En la parte de atrás habían dos grandes espadas cruzadas.

Uno de los maestros me vio y me hizo una seña para que me colocara en la formación para comenzar a cantar el himno.

Delante de la bandera estaban el director junto a varios funcionarios y representantes de instituciones importantes. Entre ellos estaba el ministro de magia de la nación; Kambeler Von Habsburgo. Un pariente de la familia imperial.

A su derecha estaban de pie tres personas, dos hombres y una mujer, mientras que a la izquierda había una banda vestida con sus uniformes negros con blanco e instrumentos en msno, ellos comenzaron a tocar una bella y suave tonada compuesta principalmente de violines. Sin embargo cuando los tambores se unieron el ritmo y la intensidad aumentaron.

Coloqué mi puño sobre mi pecho para después de ello comenzar a cantar.

Finalmente tras tres o cuatro minutos había terminado.

-¡Ahora toca la promesa a la bandera! -exclamó el alumno que se encontraba en el podio, él es el presidente de la "Unión de estudiantes", el quinto más fuerte de la academia. Junto al resto de las personas presentes cambie el puño a una palma extendida sobre el corazón.

Hierro y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora