La calma se hace fría
del cosmos absoluto
y en el viñedo oscuro
se frena el devenir.
Entre la noche brillan
estrellas parpadeantes
y la luna danzante
va plateando la vida.
El humo del cigarro
se marcha de mi boca
para abrirse en las hojas
manchadas de su gris.
Entre esta lejanía
los astros van despacio
mis pensamientos raudos
y tú no estás aquí.
Busco el universo
recuerdos con tu rostro
que me penetran como
un toro al carmesí.
Todo se hace en silencio
como en silencio nacen
ocasos por las tardes
y las nubes de abril.
En silencio me hundo
mas mi corazón grita
poniendo de rodillas
de mi alma, su confín.
Se fracturó mi vida
el cuento se ha acabado
y ya no hay colorados
para este colorín.