Incomplete

12. No puedo

—Quédate —murmuró mientras su mano agarraba su muñeca, deteniendo sus movimientos—. Por favor.

Sakura no sabía por qué había dicho eso. Realmente no sabía. Mientras pensaba en su historia con Sasuke se dio cuenta de que había sido muy, muy estúpida e imprudente al dejar que algo así saliera de su boca. Después de todo esas dos simples palabras la habían dejado tan vulnerable, tan débil frente a sus ojos, que ni siquiera quería pensar en lo que él podría hacerle ahora mismo. Conociéndolo, definitivamente se aprovecharía de su estado, de la situación, ¿Cuándo perdió la oportunidad de lastimarla? Nunca. La última vez que se había abierto a él era prueba suficiente de eso.

Se preguntó brevemente qué haría él esta vez ¿La miraría con su característica mirada fría y se marcharía, ignorando por completo sus palabras? ¿Se reiría o le sonreiría? ¿Le diría que ella no valía la pena? ¿O se quedaría con ella, la consolaría y se ocuparía de lastimarla después? Sakura no sabía por qué pero ese último sonaba más aterrador que cualquier otro escenario posible.

Tal vez era porque había pasado por algo así antes, esa vez había sido más que suficiente. De todos modos, ahora sabía lo mucho que le dolía que él actuara de forma dulce y amable en un momento y que luego intentara violarla al siguiente. Y no necesitaba otro de esos, ni ahora, ni nunca.

Para ser honesta, sin embargo, realmente dudaba que alguna vez llegara a ver el "lado dulce de Sasuke" de nuevo. No tenía idea de qué podría haber provocado esa reacción en él en ese entonces pero estaba bastante segura de que había sido cuestión de un momento. Algo debió haberlo empujado a hacer lo que había hecho y por primera vez había hecho caso a sus instintos. Después de todo él era sólo un ser humano: tenía todo el derecho de cometer un par de errores de vez en cuando.

Por una vez él había hecho algo que no implicaba lastimarla, sino consolarla; había disfrutado el momento y nunca lo olvidaría. Pero eso era todo. Ella debería a esas alturas poder cerrar ese capítulo de su vida.

Pero parecía que el destino tenía otros planes.

Realmente no esperaba que él hiciera lo que le había pedido. Pero lo hizo. Él suspiró y volvió a sentarse, su boca se abrió instantáneamente para hacerle otra pregunta: —¿Cómo sucedió esto?

Y así, estaba de vuelta donde había estado antes, cuando le pidió que se quedara con ella. Era simplemente imposible, a juzgar por la suavidad de su voz, por la preocupación escrita en sus ojos, por el puro interés con el que había hablado, pensar que ese hombre era capaz de hacerle daño. Y no importa cuán estúpido e imprudente fue eso, Sakura decidió dejar ir todas sus inseguridades y disfrutar el momento, disfrutarlo mientras podía.

Ella decidió, muy estúpidamente, confiar en él de nuevo.

Una parte de ella seguía gritándole que detuviera eso antes de que fuera demasiado tarde; le decía que se recuperara y recordara todas las cosas que le había hecho, que recordara el resultado de la última vez que había hecho algo como eso, la última vez que había bajado la guardia frente a él. Sin embargo, a pesar de todo, Sakura lo contrarrestó recordando los sentimientos que él había despertado dentro de ella en ese entonces, cuando la había tenido en sus brazos: esa sensación de seguridad, de comodidad, de calidez, de protección, de hogar. Y su parte racional de repente se volvió muy tranquila. Simplemente porque cada fibra de su ser sabía lo bien que se había sentido y quería que volviera a suceder.

En ese momento no se necesitaban pensamientos negativos o tristes. Habría tiempo para esos más tarde, ¿No?

—Realmente no lo sé —respondió finalmente después de unos momentos de silencio, evitando mirarlo a los ojos—. Supongo que sólo... no he comido en un tiempo —Su declaración fue acompañada por un ligero encogimiento de hombros, una acción que no pareció agradar mucho a Sasuke, porque esa mirada de desaprobación que le había dado antes había regresado.