7𝗗𝗗𝗗┊ ❝Tengo solamente siete días para darle estos dulces preparados por mi a Saiki y el día ocho que es San Valentín debo entregarle mis últimos chocolates confesando mi amor.❞
Hikari Sato o mejor conocido como Haku tiene un cierto enamoramiento...
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Epílogo + La cartay los chocolates.
¿Han escuchado esa frase de la película de Stuart Little en donde sale George Little gritando a la habitación de sus padres el famoso "¡es hoy, es hoy, es hoy!"? La diferencia de ese hoy tenía en primera palabra remplazando el es a un no porque era ya San Valentín y estaba muertos de nervios, muchos nervios sinceramente.
Así que empecemos de nuevo.
¡No hoy, no hoy, no hoy! ¿¡Porqué hoy!? ¿Dónde quedó la valentía? ¡En la mierda! Y ahora soy un cobarde. Dios me ampare hoy. Diosito, que hoy salga bien y me he portado super bien estos años, sin nada de suciedad en mi cuerpo y viviendo la vida como se debe y como manda.
Rezaba en su interior. Quería pero no quería que fuera San Valentín ¿Quién lo entiende? Ni el mismo de entiende a veces ante tantas cosas que dice, afirma y luego niega. ¡Parece peor que su abuela cuando le dicen algo! Ahora entiende un poco más a su abuela paterna. Un lío ahora era la mañana para él. Su padre dormía en su habitación así que no podía gritar por nada en el mundo ya que quería que descanse todo el día si es necesario.
Caminaba de aquí para allá. De allá para acá. Así en consecuencia pensando que hacer con su viada, ¿valiente? no lo es ¿morir? ¡lo desea! ¿quiere entregar los dulces? ¡sí! pero a la vez no. Esto es peor que aquel día que fue a primer año de la academia, mucho peor a decir verdad, ¡doblemente!
—¡Vamos! —Se alentó en voz baja mientras se sentaba en la cama jugando con su pies de manera bastante inquieta. —Eres Haku. —Murmuró tratando de convencer su propia esencia. —Eres exquisito, eres lindo, demasiado culeable, te gusta cocinar. Eres casi perfecto. —Tratar de subirse el autoestima en estos momentos podían ayudarle.
Y así siguió su charla con si propia voz, preguntando cosas al azar y él mismo respondiendo sus dudas, vaya cosa que hacía solo para calmar sus nerviosismo ¿culpa alguna? ninguna, estaba nervioso, quería vomitar o dormir, entregar los dulces para vivir la fiesta en paz en su interior. Salió de su cuarto caminando a la de su padre para poder verificar que está durmiendo y no con algún aparato electrónico respondiendo las cosas a sus colegas o superior. Abrió suavemente la puerta y lo vio ahí, sentado en su cama con su pijama puesto al revés mientras revisaba cosas en su celular, suspiro fuertemente por aquello que entró al lugar con los brazos cruzados, una mirada seria y ceja alzada.
—Papá. —Reprochó en tono autoritario. Lo respetaba y todo, pero su salud hacían que sus papeles a veces se invierten.
—¿Ah? ¡Haku, hijo! Ya me iba a ir a dormir. —Rió nervioso dejando su celular de lado para acostarse en la cama cerrando rápidamente los ojos roncando de forma fingida. —Estoy durmiendo ¿porqué molestas Haku? —Murmuró en tono dormido.
