7𝗗𝗗𝗗┊ ❝Tengo solamente siete días para darle estos dulces preparados por mi a Saiki y el día ocho que es San Valentín debo entregarle mis últimos chocolates confesando mi amor.❞
Hikari Sato o mejor conocido como Haku tiene un cierto enamoramiento...
ADVERTENCIA: Este final será narrado de Saiki. Trataré de hacer un final bonito y tierno, pero NO empalagoso, así que no habrán romanticismos extremos.Saiki aquí no trae su anillo.
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Si existen finales felices en la vida real.
Día Blanco, 14 de Marzo.
Son las seis y media de la mañana. No podía dormir desde que desperté, aunque tratará no conseguía cerrar mis ojos para seguir con mi bellísimo sueño. Mi estómago rugía de hambre o era otro de esos sentimientos encontrados que tuve cuando había estado con Haku ese Febrero. Desde ese día todo ya no es lo mismo. Mis ojos permanecía siempre a su vista y me irritaba de cierto modo esas acciones.
Odiaba el sentimiento pero, lo quería a la vez. No podía aclarar mi mente con todos estos problemas y más encima desde temprano. Un mes estuve vagando en mi mente pensando en las palabras y la carta. Nunca antes había sentido un sentimiento llamado amor y vaya que era fuerte cuando lo llegas a sentir, diría que ahora entendía a mi madre con mi padre pero, no, ellos son empalagoso cada minuto. Solamente es un sentimiento agradable en mi pecho.
Me levanté de mi cómoda cama yendo a mi escritorio que tenía lado de este levantando unos libros dejando ver una carta, esa carta. Deje mis libros de lados sentándome en la silla para tomar aquel papel decorado de manera llamativa porque siempre en los clichés hay corazones y perfume de la femenina, pero está vez son nubes con rayos azules con un aroma a chocolate amargo. Tan característico de él. Lo desdoble con sumo cuidado empezando a leer nuevamente en mi mente.
No diré "querido Saiki" ni un "hola" ni nada de aquel cliché tan típico en la historia. Iré directo al grano.
Me gustas, seguramente ya te lo dije en persona y me sorprende el valor para decirlo, ni me conozco cuando sale ese lado de mi al confesarme. Sinceramente no sé cuándo me empezaste a gustar, siempre me preguntó del ¿porqué me gusta a Saiki Kusuo?...
En verdad no entiendo de lo que él gusta de mi. Soy una persona normal a su vista, aunque sea un psíquico con muchas habilidades útiles e inútiles. Y aquella pregunta también me tiene confuso porque me planteo a mi mismo ¿porqué me gusta a Haku? ni encuentro la respuesta y eso que tengo una inteligencia superior a otra, pero no me agrada destacar en nada.
¿Será sus comida exquisita que me preparo? ¿La amabilidad que desborda ante su mejor amiga? ¿Su fascinación ante los animes con tramas trágicos? ¿La entonación al oírlo hablar inglés u otro idioma? Era una de tantas preguntas que me llegó a plantear y sin encuentro alguna respuesta a aquellas. Dicen que el tiempo decide el destino de las personas pero, eso es una mentira. Uno lo decide o es mi punto de vista.
Negué suavemente agarrando mis gafas con mi mano derecha poniéndome estos porque ya sentía los pensamientos de mi madre levantándose y de aquí por los ronquidos de mi padre. Seguí leyendo la carta.
