Capitulo 2 | Fuera de los límites

310 27 3
                                    


Los Angeles 1995

Las semanas siguientes fueron algo deprimentes Luke seguía sin regresar al instituto y su madre había comenzado una búsqueda intensiva de su hijo.
Me atrevía a decir que la mitad de los Angeles estaba tapizado con letreros de "Desaparecido" y ni a si el chico se atrevía a regresar.
Lo había atrapado más de una vez mirando hacia su casa entre los árboles.
Sabía cuánto sufrían Mitch y Emily pero a él no parecía importarle en lo más mínimo.
Por otra parte Sunset Curve seguía recopilando éxitos, según Nicol habían conseguido grabar un demo de varias de sus canciones y habían tocado en más de una fiesta en el instituto.
Yo por mi parte había preferido evitarlos, la última vez que tuve contacto con ellos fue cuando Bobby me dijo que Alex y Luke habían dejado de hablarse casi dos semanas y todo por la forma en que termino mi conversación con el que había considerado mi mejor amigo.

Y es que no era para menos, el dolor de sus palabras había calado en lo más profundo de mi.

Era una cobarde, eso tenía que admitirlo.
Lo había demostrado en múltiples ocasiones huyendo de mis sueños por miedo a lo pasaría si no se cumplían.
Me consolaba pensando que tal vez y sólo tal vez algún día me atrevería a hacer algo fuera de mis límites.
Pero no mientras hubiera calificaciones que mejorar, no mientras mi madre parecía encantada con mi posible admisión a una de las mejores escuelas de leyes en New York.
Mientras tanto la escuela era un buen somnifero para mis emociones.

—¿Irás  a la fiesta de Cristal? Los chicos van a tocar ahí.—su pregunta me tomo por sorpresa un martes por la tarde.

—Lo siento, pero ya tengo planes.—le explique mientras cerraba mi casillero.—Esta noche mi madre invitará a algunas personas de la estación de radio y prometí ayudarle a cocinar.

—Es el viernes, no me digas que ya sabes que harás el viernes.—bufo molesta.—¿Hasta cuando vas a evitarlos? Alex quiere que estés ahí, Reggie, te quiere ahí e inclusive Bobby acepto que no estaría mal que estuvieras en la fiesta.—me insistió mientras entrabamos al aula.

Suspiré con una mezcla de tristeza y cansancio antes de responder.

—Si bueno, tres de los cuatro miembros de Sunset Curve me quieren ahí.—le dije.—Creo que pasaré por esta vez, disfruta la fiesta Nic.—le sonrió tristemente.

Ella intento decirme algo más pero la profesora entro en el aula evitandolo.

Así que solo me extendió uno de los demos de Sunset Curve y yo lo tomé metiéndolo en mi mochila sin darle mayor importancia.

Por la noche mi casa se encontraba repleta de personas de la radio, algunos eran locutores muy reconocidos en los Angeles, otros personalidades de la industria musical.
Todos reunidos para celebrar la fusión de la pequeña emisora de mi madre con la una de las estaciones de radio más sonadas en el este de Estados Unidos.

—Cariño, lleva esas copas a la cocina y vuelve aquí tengo algo preparado para los invitados y necesito de tu ayuda.—Me pidió mi madre quien lucía un bello vestido rojo, que hacía resaltar aún más el verde esmeralda de sus ojos y lo palido de su tez.

Ella siempre había sido uno de mis ejemplos a seguir, una mujer fuerte y triunfadora.

Yo era más parecida a mi padre, mis ojos eran de color marrón claro, tenía la tez pálida de mi madre, pero el cabello color azabache de mi padre.

—¿Hija estás bien?—la pregunta de mi padre me tomo por sorpresa mientras dejaba las copas en el lava platos.

Suspiré cansada y me di la vuelta para encararlo.

—Si, solo estoy cansada.—le expliqué.—Ya sabes, la escuela y eso.—le di mi mejor sonrisa torcida.

Papá me sonrío y me dió un abrazo reconfortante.

Unsaid Luke|Julie and the phantomsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora