Capítulo 3

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Llegó la noche cerrada había unos cuantos hombres vigilando mientras los demás estaban durmiendo, cuando un grito aterrador sonó desde la casa, el primero en entrar fue Mano Hierro.

- Ángel preciosa ya estás a salvo.
- No ellos están aquí vienen a por mi ahora quieren mi muerte. Tengo miedo Mano Hierro, ¿crees que podrías quedarte?

- En seguida te mando a Pata Palo, voy a hablar con el capitán.

- Pata Palo ve a quedarte con ella tiene miedo, capitán tenemos que hablar con todos y este es el mejor momento ya que están despiertos.
- Muy bien voy a comunicarles que es hora de hablar.
Mientras se reunían Esther volvió a dormirse cogiendo la Mano de Pata Palo, el Mckeltar decidió que podía intentar ayudar y entró le sorprendió ver a uno de los Tatua de Anan allí presente y sin separarse de la mujer, también le pareció ver a un hada, armada junto a ella parecía que quería protegerla,
- Pata Palo ¿Verdad? Me podrías dejar un rato a solas con ella.
- Mira amigo, no es que no confíe en ti, es simplemente que ella es mi todo, es mi ángel.
- Lo entiendo simplemente quiero saber algunas cosas es mejor que tú no estés presente.
- Sabes eso aún me gusta menos me da la impresión que lo que quieres es hacer redaño de alguna manera.
- Te juro que la protegeré con mi propia vida si alguien intenta entrar aquí estará muerto incluso antes de que acabe de pausar la segunda pierna.
En ese momento entró la hermana de mano hierro.
- déjale estoy convencida de que él puede ayudarla pero necesita quedarse a solas con ella pero primero yo miraré qué tal están sus heridas.
- Muy bien pues entonces salgo afuera aquí os dejo a los dos.
- Muchas gracias pata palo en cuantito acabe os informo de cómo está ella.
- Estaremos esperando muchas gracias.
Cuando se quedaron a solas ella miró al Mckeltar y le dijo:
- ¿Es por el hada verdad? ella es la protectora y por lo tanto, como protectora, esta hada guerrera estará siempre a su lado protegiéndola, no solo ha protegido a humanos también ha protegido a lo que mucha gente cree que son seres fantásticos, duendes, hadas, enanos, elfos incluso los elfos oscuros. Para ella todos tienen que estar protegidos, también protegió a los vuestros, a vuestros tatúa de anan. Así que piénsalo bien Guerrero y protege la bien. Sé que a ella no le conviene estar aquí ahora mismo pero tampoco se la puede mover, a menos que descubráis un modo de poder moverla sin que sufra ningún dolor y que tengáis a alguien que pueda cuidarla,
aquí se tendrá que quedar hasta que acabéis con esos bastardos.
- Si fuerais tan amable señora, de permitirme quedarme con ella solas, es posible que pudiera encontrar un modo de poder llevarla hasta uno de nuestros barcos y que esté protegida. Piense nuestros barcos están junto a los barcos piratas, ninguno de los dos están vacíos todos tienen algún que otro pirata dentro de sus barcos, la gran mayoría tienen vigías, al menos, los nuestros los tienen y sé que por lo menos cuatro piratas los tienen, con lo cual ella estaría muy a salvo solamente habría que averiguar como llevarla hasta allí, como bien vos decís, sin que sufra ningún mal.
- Muy bien, entonces aquí os dejo, pero os pido por favor que no le hagáis ningún daño. Confío en vos, poco pero confío, mientras el hada no os ataque sé que ella está segura con vos.

Así fue como la mujer salió después de haber visto como estaba Esther, sus heridas no sanaban como debían sanar y eso la preocupaba un poco, había llegado el momento de explicar lo que ella pensaba que ocurría con Esther, iba a ser duro el escuchar lo que ella debía decir, pero no quedaba más, o lo decía, o la que pagaría las consecuencias sería la pequeña guerrera de las tierras altas, como la llamaba siempre su padre, el que la amaba, el que murió por ella, pero antes pudo dar la voz de alarma para saber quién era el traidor.

Mientras tanto, en la habitación donde estaba Esther el Mckeltar miro fijamente al tatúa de anan que había allí.

- Sé que eres un tatúa de Anan pero no sé que haces aquí.
- La conozco, cuando ella fue capturada yo estaba en la celda, en la misma celda que ella, me habían herido bastante pero ella me vio y aún estando bastante herida no lo pensó, me miró y me dijo, dime cómo puedo liberarte para que vuelvas con los tuyos, yo estaré bien pero no puedo permitir que tu pases por esto. Después de haber escuchado a esa humana decir que ella es la protectora, ahora lo entiendo, pero de todas maneras fue mi error, no le dije a mi gente donde había estado, ni le hablé de esta mujer, niña, en aquel entonces mi deber como tatúa de Anan es protegerla, pero fallé, no sabía que ella era la protectora y ahora debo volver a nuestras tierras y explicárselo a mi madre y a mi padre. Por suerte tú no has venido con el bufón si no habría serios problemas por estar yo aquí. Pero simplemente la estoy ayudando a mantenerse con vida está muy débil, muy muy débil, ella no puede, necesita de mi ayuda y sus heridas han sido provocadas con un veneno que sale de nuestra sangre con lo cual sólo nuestros curanderos pueden salvarla, te dejo con ella cuídala y protégela yo voy a hacer lo que debí hacer después de que ella me salvara.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2023 ⏰

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