Sí, nadie dijo que fuera sencillo, de hecho es horrible; ya no puedo esperar a un día levantarme, escuchar tu nombre o que se presente alguna situación relacionada a nosotros y no sentir absolutamente nada...
Duele, quema, arde, Dios...el dolor emocional es mucho más grande que algo físico, de hecho prefieres un golpe físico que sabes que curará en semanas a un golpe emocional que no tienes ni idea de cuándo curará y solo me enfoco en eso...en que deje de doler, y por ahora es casi imposible.
Casi dos meses, dos meses y siento que todo duele el triple, porque la noción del tiempo recae y pesa tu ausencia; apareces en sueños, tu olor característico, ese que al olerlo en momentos de crisis me traía paz porque me hacía recordar que no estaba sola...es increíble como deseo ese aroma para saber que todo estará bien conmigo, desear sentir esa paz pero todo se desvanece cuando la realidad golpea y me dice que ahora me resguarde en otro aroma: el mío, el de mi familia; el confiar en otras personas y confiarles tu dolor, tu privacidad es algo que ahora lo veo imposible para mí. Siempre me dijeron que un amigo, una pareja es momentánea y quien realmente estará contigo es tu familia, yo dudaba de eso cuando te tenía y ahora río por esa cachetada que me lanzó la realidad.
Duele, duele cada maldito minuto en el que mi mente me traiciona y me pone un vídeo sin opción a pausa sobre nosotros...duele.
Por ahora estoy determinada a dos cosas: a superarte y a acostumbrarme a mi propio aroma.