Only the brave • Larry Stylinson [AU]

[ 4 ]

" Todos tenemos dos elecciones: estar llenos de miedo o llenos de amor. "
–Albert Einstein.

Era fin de semana. Para Harry era un gran regalo ya que por fin podría descansar.

Se encontraba en la cocina preparándose una taza de té, tenía su cabello desordenado, no se lo había arreglado desde que despertó; vestía con una polera blanca holgada y acompañado de unos short color azul marino.

No tenía ganas de hacer nada, solo quería quedarse en casa todo el día, en su cama.

Después de lo ocurrido con Louis, él no podía dejar de darle vueltas al tema, piensa y piensa y siempre terminaba llegando a lo mismo.

Que no era gay... o al menos se lo repetía mil veces en la cabeza.

Salió de la cocina al sentir que golpeaban la puerta, deja la taza de té en la mesa, frunció el ceño, ya que, que él recuerde no esperaba a nadie y tampoco le había sonado el celular con algún recordatorio importante.

–¡Amigo! –se escuchó decir al momento en que abrió la puerta y sintió unos brazos rodearlo.

–¿Zayn? –dijo sorprendido por tener en frente a un amigo que no veía hace algún tiempo. El moreno después de abrazarlo lo miro con una sonrisa–. ¿Que haces aquí?

–Yo también te extrañe, imbecil. –dijo manteniendo la sonrisa y le desordena el cabello con las manos, ya que sabía que eso le molestaba al ojiverde y este solo rueda los ojos–. Vaya, te vez asqueroso, bueno, como siempre. –dijo para luego entrar a la casa y Harry cierra la puerta una vez que esté entra.

–Ya haber, te extrañe, lo admito. –dijo para luego volver a tomar su taza de té y beber un sorbo–. Solo que me sorprende tu visita, no nos veíamos hace rato.

Zayn mientras lo escuchaba, se acostó a lo largo del sillón y puso sus brazos atrás de la cabeza para más comodidad.

–Estaba de paso por Londres y dije... ¿Por que no visito a mi querido amigo Harry? –dijo mirando el techo a lo que el oji verde sonrió–. No te veo hace tiempo y quería saber cómo estabas. Supe que te separaste.

Harry asintió haciendo un suspiro y se acercó a Zayn para pegarle en las piernas, dándole a entender que quite las piernas del sillón.

–Sabes que me molesta, además tus pies debe oler horrible.

Zayn soltó una risa y quita las piernas para luego acomodarse sentándose en el sillón.

–Que genio. –comentó con sarcasmo–. Bueno, igual te entiendo como no has tenido un polvo hace un tiempo, solo por eso, no te dire nada. –el oji verde vuelve a rodar los ojos y Zayn le da un leve empujón en el hombro–. Ya hombre, cuéntame. ¿Qué pasó con tu esposa?

–Simplemente se fue, sin darme mayores explicaciones. Un día tomo sus cosas y adiós.

–Pero no entiendo ¿así y ya? –dijo y Harry asiente levemente con la cabeza–. ¿Tienes alguna idea de porque se fue? ¿Alguna razón? Vamos, la relación es de a dos. Debiste notar que algo andaba mal.

Harry niega–. No sé la verdad, he pensado intentando descubrir qué pasó, pero creo que simplemente se aburrió de mi, que ya no sentía lo mismo.

–¿Y ahora cómo estás? Pensé que estarías más ahogado en tu mundo, pensé que te encontraría más acabado pero ya no te veo tan preocupado por eso.