-¿A dónde iras? -pregunto Teressa mientras veíamos a Ian salir por la puerta.
-Mona me llamo, Quiere que vaya a su casa. -contesto cortante y de mala forma, ni siquiera Miro a Teressa al rostro.
-¿Estarás aquí temprano? -pregunto.
Alzo una de sus cejas y sonrió maliciosamente, no contesto nada, tomo las llaves de su auto que minutos antes había lanzado al sofá, Se acomodo la chaqueta y acomodo su cabello para salir de la casa. Tome la taza de café que había dejado sobre la mesa y le di un pequeño trago. Fuera de la casa se escucho cuando Ian encendió el vehículo y se alejo rápidamente de la casa.
Sandra bajo por las escaleras Junto con Nick, que aun parecía estar dormido, Sonreí ante tal acto lindo e inocente de mi hermano. Cuando salimos de la casa de los Daniels, junto con Teressa nos fuimos a mi casa, Ian ya había llegado, así que vino con nosotros.
Recosté mi cabeza en el respaldo del asiento, no me sentía cómoda, ya que Ian fue observándome todo el camino, me sentí un poco molesta y trate de evadirlo. Cosa que no funciono ya que según el estaba cansado y recostó su cabeza en mi hombro.
-Estas Cómoda -dijo sonriéndome.
¿Qué debía contestar ante aquel comentario?, Lo mire y retire mi vista sobre el rápidamente, como si hubiese dicho algo sin importancia, porque así fue.
Tomo un mechón de mi cabello, de los que caían por mi hombro y empezó a jugar con el, enrollaba el mechón en su dedo y sonreía mientras lo hacía. Sonreí por aquel acto, después de todo no era un patán como lo creí.
Me quede dormida aun estando dentro del vehículo, no podía evitar no hacerlo, el frio me causaba sueño. Desperté en mi habitación, sabia quien me había llevado hasta ahí, ya que me tenia tomada de la cintura mientras una de sus manos jugaba con mis labios.
Su dedo índice delineaba mis labios, Era algo realmente extraño, Sobretodo incomodo. Abrí los ojos rápidamente mientras intentaba calmar mis nervios. Sonrió maliciosamente, me pare de la cama.
-¿Estas nerviosa? -se acercó bruscamente a mi.
Intente retroceder un poco pero el muro de tras de mi me lo impidió, ahora estaba entre la pared y el. Puso una de las palmas de su mano sobre el muro y otra de ellas en mi cintura.
-Te hice una pregunta ¿No vas a contestarme?... –dijo con todo de autoridad
-Te contestare cuando te alejes -intente empujarlo... pero el era hombre y era mas fuerte que yo, me sentía débil, el lunes comienzo hacer ejercicio. Se acercó más a mí.
-¿Intentas Defenderte?... Me Gustan las Chicas Rudas -Mojo sus labios.
-No me importa que clase de chicas te gusten... -Me apegue mas a la pared pero el acorto aun mas la distancia.
-Hueles Bien... ¿Qué perfume usas?
-Eso a ti no te importa -conteste rápido.
-Todo lo que tenga que ver contigo me importa. ¿Queda Claro?
Apretó mi cintura y ya un poco molesto mojo sus labios intentando calmarse, sentí la punta de su lengua sobre los míos.
-Pareces una muñeca -comento –
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Justo a mi lado.
Teen FictionQuizas las personas entiendan que de vez en cuando la vida no es siempre igual, algunos sufren y otros simplemente tienen éxito, ese no es mi caso.