IV

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El auto de Joseph era un Audi R8 Spyder, extravagante, negro, el sueño de cualquiera; y me imaginaba que con el había conseguido muchas chicas, claro...el carro y todo de él.

Al salir me observó.

-¿No quieres llevar otra cosa?-

-Te refieres a ropa...¿no?-

-Obviamente. Vestida así pareces la hija de algún gobernador, y creéme, no es un cumplido- Cada palabra que salía de su boca provocabá algo muy extraño. Sentía miedo y a la vez curiosidad.

-¿Y es qué me vas a comprar algo?- Lo dije en el tono más sarcástico posible.

-Vale, pero rápido- No dijo más y abrió la puerta para que pudiera entrar. 

-Primero las damas- Me guiñó el ojo.

-Yo no veo ninguna dama aquí- Mi respuesta lo dejo en silencio pero no por mucho.

-Así me gustan más- Su mirada sensuál me puso la piel de gallina.

Subí al auto, seguida de él. Joseph no pudo esperar salir de la propiedad sin antes ir a más de 100 km/h.

-Tranquilo, quiero seguir con vida ¿no lo recuerdas?-

-Que aburrida- La forma en que la dijo fue como si no le causará ningún interés, como si fuera otra más que se sentaba en su asiento de cuero.

En menos de cinco minutos llegamos a una tienda pequeña pero que se veía muy costosa. 

-Vamos- Salió del auto y abrió mi puerta. Esta vez no quise decir nada.

La tienda se llamaba Toujours. Era una sala blanca que adentro se veía mucho más grande que por fuera, tenía maniquies blancos con ropa por doquier, luces en toda la tienda, la música de fondo era de Daughter, varios sillones, muchos accesorios y prendas de vestir.

-Anda, ve y escoge lo que quieras, pero date prisa-

La vendedora se me acercó, tenía un flequillo color verde pasto por encima de las cejas y el resto de cabello largo era negro. Tenía piercings al rededor de la ceja, en la nariz y en la boca. Su maquillaje era un delíniado grande, tipo Cleopatra. 

-¿Segura que estas en el lugar indicado?- Su mirada despectiva me enojó.

-Si entré fue por algo ¿no?- Dije sonriendo.

-No lo tomes a mal, me refiero a que si buscas la ropa como lo que estas usando, este no es el lugar para ti-

-Por eso estoy aquí-

La muchacha se alejó y a los dos minutos llego con prendas grises, negras, blancas, vino tinto y azules oscuro. Perfecto. Noté que mi sonrisa le satisfacía.

Lo primero que me puse fue una pantaloneta de jean high waisted corta, un esqueleto blanco con girasoles al frente y unas converse blancas de botín.

Lo segundo era un jean boyfriend, con tacones vino tinto muy altos, una blusa con boleros muy pegada al cuerpo y una chaqueta de cuero negro.

Sin embargo el tercer "conjunto" que probé fue el elegido. Un vestido body-con vino tinto con pequeñas flores blancas con morado muy arriba de las rodillas y que cubría mi busto y lo hacía ver muy voluptuoso, con unas medias de mallas negras, unas botas de tacón alto y un collar negro con perlas blancas. Tenía que admitir que eso me hizo feliz, hizo que mi día no fuera una perdida de tiempo. Salí y Joseph estaba sentado en una banca mirando su iPhone, cuando levantó sus ojos verdes hacía mi.

-Wow primita, quien lo diría- Su sonrisa me sonrojó, el efecto que tenía en mi, en mi cuerpo, me asustaba. Se dirigió a la caja dónde la vendedora estaba sonriendo al ver que una de sus creaciones había sido la correcta.

PosesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora