-Por favor, señorita _____, pase al pizarrón a realizar el siguiente ejercicio. -Dijo el profesor de Matemáticas, el profesor Luhrmann. Me levante de mi asiento y me dirigí al pizarrón. El profesor Luhrmann me alzaba el marcador en expresión de que lo agarrará. Recibí el marcador, me fije a la operación escrita en el pizarrón y proseguí a realizarla. La verdad, no había prestado atención a la clase así qué, básicamente no sé que estoy haciendo. Odiaba la clase de Matemáticas, junto con su profesor. Es la materia en que peor me va, he hecho lo posible para no reprobarla pero todos los trimestres, esa era la única que me llevaba.
Terminé de realizar la operación y me giré a ver al profesor. Pude notar que algunos de mis compañeros querían reirse. Otros negaban mirando fijamente la operación y otros, simplemente analizaban la operación en su cuaderno para verificar quien llevaba la operación mala; si ellos o yo.
El profesor me miraba con cara de pocos amigos y luego, observaba el pizarron para suspirar y negar levemente con la cabeza. ¡Bravo _____! Lo has hecho de lo mejor.
-¿Y, profesor? ¿Está buena o mala? -Esforcé una sonrisa. El profesor me miró y suspiro.
-_____, he pensado seriamente que debes venir a la escuela de verano. Matemática es la única que llevas mal con todo tu buen promedio. Ya no sé que hacer para que entiendes. He tratado de explicar más lento pero no.
-¿Eso significa que la operación está mala? -Mordí mi labio nerviosa y lo mire. Todos a nuestro alrededor estallaron en carcajadas.
-La operación está terrible. No sé que hacer contigo. -De un pequeño estuche, sacó un borrador únicamente para pizarrón, y empezó a borrar toda la operación escrita en el.- Ve a sentarte, por favor. Luke Hemmings, pase al pizarrón, intenté arreglar la operación de la señorita _____.
Suspiré y me dirigí a mi asiento, algunos me señalaban y seguían riendo. Inmaduros. Despues de varios segundos, Luke terminó de realizar la operación, me miro con cara de satisfacción y luego giró a ver al profesor, quien lo miraba con una sonrisa.
-Bien hecho. Para ser el más molesto de mi clase, eres uno de los pocos que presta atención a la clase. -El profesor volteo a mirarme y negó. Bueno, ¿y este que le pasa hoy conmigo? Luke me miró divertido y me guiño un ojo en forma de burla.
En ese momento sonó el timbre de salida. Era hora. Ya no soportaba las miradas de decepción de parte del profesor. Proseguí a guardar mis cosas rápidamente y salir de ahí.
-¡Recuerden que este tema va para un examén dentro de dos semanas! -Fue lo último que pude escuchar del profesor Luhrmann, antes de salir de ese lugar.
Me dirigí a mi casillero para guardar los libros de Matemática, cuando veo a Luke y sus amigos charlando y riendo. Ruedo los ojos y hago una mueca. Ellos son los típicos populares de cada escuela. Su grupito está formado por cinco personas, en ellas está el famoso Luke. Calum Hood. Ashton Irwin. Michael Clifford. Thomas Jones. Para todas son los chicos más ardientes que han visto. Para mi, son solo unos mediocres que se creen superiores a los demás porque sus padres son las personas más ricas de Sídney.
Al parecer notaron que su presencia me fastidiaba y el más alto de todos se acercó a mi.
-Ay no, ¿que quieres? -Pregunte fastidiada, mientras cerraba la puerta de mi casillero.
-Tirarte en la cara que, bueno, a ti te avergonzaron. Y yo soy tu ejemplo a seguir. -Dijo riendo. Vete a la mierda, Luke Hemmings.
Simplemente suspiré, y camine hacia la salida. Por mi, que todo su grupito se vaya a la mierda.
