ᴄᴜᴀʀᴛᴀ ꜱᴇꜱɪᴏɴ

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Hoseok

Al verme en esta situación la primera pregunta es ¿cómo llegamos hasta acá?

Todo comenzó a salirse de control en cuanto mi doctor había abierto la puerta de su consultorio viéndose tan hermoso, o más, que siempre.

flashback

-Sr. Jung, ya es hora de su sesión puede ingresar.- me avisa el secretario al cual no podía volver a mirar a la  cara.

-Gracias.- susurró levantándome y me acerco a la puerta, estaba sudando ante la anticipación. Con las manos temblando toque la misma y al no escuchar el típico "pase" detrás de ella me giro para ver al secretario buscando alguna respuesta.

-El salió un rato para asearse.- me dice este sin quitar los ojos del ordenador.

Yo le dirijo una última mirada antes de ingresar al cuarto, encontrándolo obviamente vacío, me tomé un tiempo par apreciar el lugar ya que nunca lo había hecho.
El consultorio era lindo y muy cálido aunque sus colores eran muy rústicos, todos eran colores madera y pasteles, pero estaban bien conjugados.

-Oh, Hoseok.- hablan atrás mío sacándome de mis pensamientos.- Digo joven Jung.

Me tomé un gran momento para apreciar lo hermoso que se veía simplemente con una remera blanca, sin su típica bata de médico y su cabello ligeramente desordenado.

-Doctor Kim.- le saludé cortésmente siguiéndole su papel de profesional, entonces el entra por la puerta dándome una linda sonrisa tímida. Lo veo caminar desde la puerta hasta su lugar detrás del escritorio.

-Bueno, ya que me haz visto sin la bata, no creo que haga falta que me la ponga en este momento.- me comenta casualmente y yo solo le asiento mirando esos rellenos labios que ya había probado.- ¿Como fue con tu novia este fin de semana?

-¿Eh?.... Bien.- sólo pude decir sintiéndome un poco mal por lo que había hecho ayer con ella.

-¿solo eso? ¿Bien? -me mira de manera rara antes de escribir en su libreta, amaba como le quedan los anteojos.

-Si, se podría decir que más que bien, pero no.

-No entiendo.- me dice mirándome inocentemente.

-Puse a prueba todas y cada una de las posiciones que me indicó.- le comentó de manera lenta.

-O-oh.- me dice como desilusionado y lo anota en su libreta.- ¿Y que tal fue?

-Oh muy, demasiado, bien.- vuelvo a decir como si estuviese más que satisfecho, entonces él se vuelve serio.

-¿Entonces por que dices que estuvo mal? .-ante su tono seco me levanto caminando lentamente hacia el respaldar de su silla.

-¿Le parece bien que haya... -me acercó a su oído.- pensado en otra persona mientras lo hice?

-Por supuesto que no Jung.- se gira para mirarme serio y nuestros rostros quedaron a escasos centímetros.- ¿Por qué haz hecho algo así?

-Porque... -vuelvo a repasar con la vista su hermoso y delicado rostro.- no podía sacar a alguien de mi cabeza.

.¿A-a quien? Si puedo saber.- susurra entrecerrando los ojos.

-A usted doctor.- acercó más mi rostro al suyo y el sumisamente cierra sus ojos tragando visiblemente.- Me está volviendo loco doctor, y... -me acercó aún más rozando nuestros labios, disfrutando de que no se aparte.- Solo usted tiene la cura.

Mi Sexólogo »HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora