ᴅᴇ ᴍᴀʟ ᴇɴ ᴘᴇᴏʀ

93 20 0
                                    

Hoseok

Mi día había comenzado no muy bien que digamos, mi relación estaba cada vez, mi novia ya se estaba cansando de tratar "mi ánimo" pero nada surgía efecto.

Vivíamos prácticamente de discusión en discusión, ella porque yo no llenaba su lado sexual y yo porque no podía llegar a entender que tan importante podía ser el sexo en una pareja, parecía que sólo eso le importaba y me desalentaba un poco.

Por parte del doctor no había recibido llamada o aviso alguno de poder tener una cita con el. Trataba de mantener las esperanzas, pero ya había tenido la primera discusión del día con mi novia y fue muy vergonzosa...

•flashback•

Estaba profundamente dormido cuando de repente siento algo escurridizo en mi entrepierna, al principio creí que se podría tratar de nuestra mascota, pero luego me acordé que no teníamos una. Tanto espanto me había agarrado en ese momento que lance una patada al aire tratando de quitarme la molestia y traté de volver a dormir; mi plan hubiese salido a la perfección si no fuera consciente en ese momento de una mujer llorando, así que me levanto al instante.

Grave error, mi preciosa novia se encontraba con la cara manchada con sangre pues le había dado de lleno en la nariz con mi pie.

-Lo siento amor.- corrí a socorrerla al instante.

-¡No te me acerques! -grita antes de salir corriendo al baño. Yo solo pude pegarme una palmada en la frente maldiciendo a mi mala suerte.

-Lo siento amor.- vuelvo a repetir yendo detrás suyo.- No supe que eras tu, solo sentí algo entre mis piernas y quise espantarlo, se sentía horrible.- trate de excusarme, pero solo recibí una mirada asesina de ella.

-¡Pues gracias! .- grita amortiguada por el agua.- Yo solo estaba tratando de despertarte de una manera especial a ver si así te emocionabas más, pero al parecer solo te resultó horrible.- dice con despecho antes de secarse la cara y pasar al lado mio como alma que se lleva el viento.

-No quise decir eso.- dije suspirando nuevamente siguiéndola.- No puedes despertarme simplemente de esa manera, sabes que me espanto rápido.

-No me dirijas la palabra.- me responde cortante y luego de eso se dedicó a ignorarme.

Le sigo por toda la casa tratando de animarla desde tratar de hacerle un rico desayuno a hacerle muecas idiotas, obviamente no podía ofrecerle lo que ella quería, porque sólo la desilusionaría de nuevo.

-Voy a irme, tengo una cita... de trabajo.- me dice antes de mostrarse por el marco de la puerta con un vestido negro apretado al cuerpo y arreglada como para ver al presidente.

-¿Con quien? -digo dudoso.

-Con mi jefe.- responde obvia sin darme mucha bola.

-¿Así vestida piensas irte?

mirándome cansada toma las llaves de su coche y su bolso antes de irse a la entrada.- Si, así vestida... y por cierto, recuerda que se acaba el tiempo.

-¿El tiempo para que?- respondo dolido.

-Vamos Seok, te lo dije, quiero un novio que sea macho.- me dice despectiva y antes de cerrar la puerta se escucha un "Que sea un hombre de verdad", que terminó por arruinarme la mañana.

•Fin flashback•

De esa misma manera había llegado a mi trabajo, tenía tanto mal humor que casi mando al carajo a mis compañeros y al mismo jefe cuando me saludo de esa manera fría e indiferente con la que lo hacía.

No podía ni soportarme a mí mismo entonces para sentirme mejor me encierro en mi oficina con la idea de tener un poco de paz. Una paz que fue interrumpida por un ser totalmente indefenso que atravesó la puerta del lugar de manera cantarina y alegre, hablando de acá hasta allá, haciendo miles de preguntas y yo con un dolor de cabeza que no podía sostener, se me escapó un...

-¿¡Puedes cerrar la puta boca!? -le gritó brutalmente haciendo que aquella alegre personita se quede quieto en su lugar antes de mirarme asustado.

-Y-yo... Y-yo...- me dice con los ojos llenos de lágrimas, lágrimas que yo había provocado, aquellas que me estaban haciendo el ser más despreciable del planeta.

-No, no.- voy hacia él y pasó la mano por su cabello, sabiendo que quizás sea la última vez que la vea pegada a mi cuerpo en cuanto su marido se dé cuenta de que estuvo llorando.- Lo siento Minnie, sólo estoy de mal humor ¿si?

Me mira con ojitos rojos y brillosos antes de sorber por la nariz.-  ¿E-entonces no estás enojado conmigo? -yo sólo niego con la cabeza suspirando culpable.- ¿Que está pasando? ¿Problemas con tu novia? ¿No pudiste conseguir cita con Taehyung? -comenzó con sus preguntas nuevamente.

- Sí, discutí con mi novia otra vez. Pero no, no pude conseguir una cita con el doctor, dijeron que me iban a avisar de ser que se cancele un turno, pero nada todavía.

-¡Yo puedo ayudarte con eso! -responde entre tímido y animado.

-¿Crees que podrías hacerlo?

-¡Por supuesto! Tae es mi amigo desde chiquitos, tu deja que yo me encargué.- dice tomando su celular y se pega la vuelta para irse.- ¡Ah! Esto es para ti.- vuelve para dejarme una pila de papeles para firmar y sellar.

-Gracias...

Seguí con mi trabajo por dos horas más, a cada rato Jimin volvía con más y más papeles que no parecían acabarse.

Entre ese tiempo miro varias veces mi celular esperando una llamada de mi novia, pero al parecer está demasiado ocupada como para acordarse de mí.

Ya eran las ocho y media de la noche, entonces salí de mi trabajo totalmente desganado, al parecer Jimin había estado muy ocupado como para acordarse de que debía ayudarme a conseguir ese turno, pero yo no podía exigirle nada. Así que con las pocas fuerzas y esperanzas que me quedaban emprendo camino hacia mi casa.

No se que tan distraído había estado que casi fue atropellado por un auto, casi me pongo a discutir con su conductor, pero traté de retener un poco mi mal humor pues no me la podía agarrar con el primero que se me cruzará.

Pretendía seguir mi camino pero me detuvo una pregunta hecha tan suavemente que me recorrió completamente.

-Oye, ¿esta bien? -me pregunta el conductor del auto que casi me atropella bajando la ventanilla del mismo.

-Sí, por supuesto.- digo para luego seguir mi camino.

Al llegar a mi casa me encontré con todas las luces apagadas, lo cual demostraba que está estaba desocupada.
Comencé a buscar algún rastro de vida que se encontrara presente, pero sólo encontré una nota pegada en la heladera.

"No me esperes esta noche, volveré más tarde, tengo una cena con mi jefe. Atte: Iseo"

Sólo me bastó eso para terminar mi patético día e irme a dormir.

Gracias a @JoshiiCabrera por dejarme hacer esta adaptación.

Mi Sexólogo »HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora