1

201 6 0
                                    

1995, un nuevo ciclo escolar empieza en el colegio Hogwarts de magia y hechicería. Todo el alumnado y profesorado se encontraban en el Gran Comedor esperando iniciar con la cena de bienvenida.

En la mesa de Gryffindor se encontraba el elegido y sus amigos.

-No puedo creer que hayamos ganado la copa de las casas- dijo Ron con satisfacción.

-¿Realmente solo te importa ese maldito concurso entre casas? ¿No eres consciente de las cosas que han pasado?- Hermione mostró su enfado ante su amigo.

-Tranquilos, fue un alivio ganar la copa- dijo pensativo.

-¿Tu también? ¡Tu estuviste ahí!- exclamó Hermione.

-¡Si! ¡Estuve ahí!- suspiró profundamente- Por eso no quiero pensar ni escuchar sobre ese suceso, no lo saben todo y no es fácil de aceptar- agregó.

La conversación murió al ver al director colocarse de pie detrás del podio listo para hablar.

-Quiero darle la bienvenida a un nuevo año escolar, antes de iniciar, recalcando el luto en el que la escuela se encuentra, a finales de año hemos perdido a uno de sus compañero, el joven Cedric Diggory, ustedes tienen derecho de saber quién asesino al joven Diggory- hizo una pausa buscando un par de ojos específicos- fue Voldemort durante la última prueba del torneo- completó.

El silencio era sepulcral. El director suspiró con pesadez.

-Pasando a otros asuntos, quiero presentar ante ustedes a la nueva profesora que se nos unirá este año en la materia de Defensa Contra Las Artes Oscuras, la profesora Dolores Umbridge…- el directo no pude seguir ante una interrupción.

La mujer vestida de rosa en la mesa de profesores se puso de pie y caminó hasta quedar frente al podio del director.

-Muchas gracias director- se dirigió hacia los alumnos- Estos últimos años, han llevado una educación deficiente y preocupante dentro de su materia, hemos trabajado en un riguroso, actualizado y seguro plan de estudio aprobado por el ministerio para todos ustedes- dijo la mujer.

-Muchas gracias profesora- dijo el director sin expresión alguna.

El lugar se quedó en silencio durante algunos segundos.

-Bueno, continuemos con nuestra ceremonia, quiero darle la bienvenida a los alumnos de nuevo ingreso quienes inician con nosotros sus estudios mágicos, así mismo, quiero que le den la bienvenida a una nueva alumna que iniciará su cuarto año en nuestras instalaciones- miró hacia la mesa de maestros- Con su ayuda profesora McGonagall- dijo.

La maestra se puso de pie y se dirigió al podio al mismo tiempo que el director volvía a su asiento detrás de la mesa de profesores. La mujer estuvo llamando de uno en uno a cada alumno nuevo para probarse el sombrero seleccionador, hasta llegar al turno de la ultima adolescente.

-Evans Aylin- llamó la maestra.

La joven caminó hasta el taburete a un costado de la maestra, el gran comedor se llenó de voces y gritos, la maestra colocó el sombrero sobre la cabeza de la joven.

-En Slytherin no, por favor- pensaba Aylin con desespero.

-Mmm interesante, lo que veo aquí es interesante. Me parece curioso que al igual que tu hermano no quieras ir en Slytherin- dijo el sombrero.

-¿Hermano? No tengo hermanos- dijo la chica confundida.

-Yo solo soy un viejo sombrero, espero puedas aclarar tu cabeza en tu nueva casa…- hubo en silencio- ¡GRYFFINDOR!- grito el sombrero.

La maestra retiró el sombrero y la chica se dirigió a la mesa de los leones, sentándose a un costado de Ginny puesto que del otro lado Ron y frente a ellos estaban Harry y Hermione.

-Qué bueno que quedaste en Gryffindor- dijo Ginny alegre.

-Solo le pedí que no me pusiera en Slytherin, hay mala fama de esa casa- dijo la chica nueva.

-Qué raro- susurró Hermione.

Harry se quedó en silencio.

-¿Decías que venias del extranjero? - preguntó Ginny curiosa.

-Si, de Estados Unidos- dijo Aylin.

-¿Y por qué te metieron aquí?- preguntó Hermione.

-Mis padres son de aquí, mi padre murió hace 14 años a causa de la guerra y mi madre huyó a Estados Unidos pero dijo que era tiempo de volver y como aquí se conocieron mis padres, entré aquí- contó ella.

-¿Quiénes son tus padres? A lo mejor los conocemos- mencionó Ron.

-¿Eso es posible?- preguntó Aylin.

-Si, todos conocemos a todos, al menos de menciones- respondió Ginny.

-Con razón mi mamá me prohibido decir sus nombres- dijo la chica nueva.

-Me gustan tus ojos, son muy bonitos- dijo Hermione con amabilidad.

-Gracias, dicen que los heredé de mi madre- dijo ella.

Harry estuvo pensativo durante toda la cena. Al terminar fueron guiados hacia la sala común.

En otra localización del castillo, el director Albus Dumbledore se encontraba entrando a su oficina cuando vio a una mujer de cabellera roja parada frente a la ventana.

-Buenas noches- dijo el director.

La mujer le dio la cara, el director escondió su sorpresa.

-Lily- susurró.

-Buenas noches director, hace mucho tiempo no nos vemos- dijo la mujer.

-Y no esperaba verte de nuevo- dijo el director, se dirigió hacia el asiento detrás del escritorio- Toma asiento por favor ¿A qué debe tu resurrección?-  cuestionó con aparente calma.

-Mi hija acaba de iniciar su cuarto año- dijo la mujer.

-La joven Evans- susurró el director.

-Aylin Eileen Evans- respondió la mujer.

-¿Eileen?- cuestionó Severus Snape quien iba ingresando a la oficina.

-Por madame Snape, claro está- dijo la mujer dándole la espalda al hombre vestido de negro.

-Lily, estás muerta- dijo el director de manera directa.

-Según las noticias, está es la realidad señor, estoy viva y Aylin es hija biológica de Severus- soltó Lily sabiendo que el hombre mencionado la escuchaba, simplemente ignoraba su presencia.

-¿Disculpa? ¿Quién te crees que eres para aparecer de la nada y decir que tengo una hija? ¿Qué diablos haces aquí? Estás muerta- dijo el hombre molesto.

Caminó y se paró a un costado de donde la mujer estaba sentada.

-Lily, explícate de mejor manera, Severus toma asiento- dijo el director con un tono de voz duro.

El maestro de pociones acató la orden, mirando de manera intensa a la mujer a su lado.

-Solo deben saber eso- se puso de pie y caminó hacia la puerta- Harry no es hijo de James- miró al hombre- caldero chorreante puerta 5- dijo y salió de la oficina.

El director vio a través de los ojos del hombre, que su cerebro trabajaba a toda velocidad, el maestro miró al director.

-Me convertí en Tobias- soltó en susurró.

Descubriendo La Verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora