Somos Novios || Lando Norris

Capitulo XVII

Al día siguiente, el grupo de jóvenes, se preparaba para ir a un acuario cercano, querían conocer un poco el lugar, por lo que ambas mexicanas decidieron hacerles un tour al terminar con el acuario. Se divirtieron mucho, incluso cuando el dueño, saco a una iguana y la intento poner encima de Max, quien se ocultó detrás de Carlos.

Pasearon por múltiples lugares, inclusive se rieron cuando una niña se acercó a Carlos a decirle que su novio era bonito. Si leyeron bien, NOVIO. Pues Max seguía detrás de él, rieron mientras Chris le explicaba que Max no era novio de Carlos, que eran amigos. A lo cual la pequeña le pregunto a la mayor, si podía ser novia de Carlos, porque era bonito.

--Si tú quieres -dijo la chica- Solo te advierto que te tira de la cama y que parece niña-

--Hay ¡Que si te entiendo! -reprocho Carlos-

--¿Entonces el sí puede ser mi novio? -volvió a preguntar la pequeña? -Al ver que el grupo de jóvenes movía la cabeza mientras reían- ¡Mami! -grito a una mujer que estaba a unos metros- ¡Ya tengo novio! Se llama...-volteo a ver a Carlos- ¿Cómo te llamas?

--Carlos -dijo el chico conteniendo la risa-

--¡Se llama Galos! -grito la pequeña-

Lando volteo a ver a su "novia"

--Dice Carlos como yo – dijo mientras miraba a la niña- Ya me enamoré -rio el chico-

--Pues espero que ella te haga de comer, porque ya no soy tu novia -dijo la chica con fingida indignación-

--No no no no -abrazo a la chica- Tu eres de yo y yo soy de ti-

--Tu eres de yo y de tu mama y de tu papa y de McLaren y de Carlos -rio la chica-

Después de que la niña se fuera, emocionada por ver a su nuevo novio, el grupo siguió paseando por el lugar, fueron a playas públicas y a Charles, se le ocurrió la grandiosa idea de rentar un Yate e ir a navegar un rato. Tenemos que admitir que ver a Charles intentar hablar español con el dueño del yate, fue muy graciosos. Sin embargo, fue el madrileño que arreglo el resto.

Cuando ya estaban en el yate a las chicas se les ocurrió la genial idea de gastarles una broma a los chicos. Chris fingiría que caía al agua mientras gritaban pidiendo ayuda.

Las chicas comenzaron a gritar mientras Charlotte simulaba llorar y Chris pedía ayuda.

Mas rápido que un monoplaza, los chicos estaban ahí, pero tan testarudos como siempre, no se ponían de acuerdo para ir a salvarla, Alex decía que él no iba porque que tal y se lo comía un tiburón, Charles dijo que tampoco porque quería seguir vivo, George dijo que lo haría si la chica fuera su novia, Max dijo que no pensaba mojarse todavía, Pierre dijo que el mejor pagaba el funeral, Lando los ignoro, mientras los únicos que quedaron eran Daniel y Carlos, cuando de pronto, Daniel y Carlos brincaron al agua para salvar a la chica que no pudo contener la risa, mientras comenzaba a nadar perfectamente a la orilla.

--Pero que... -gritaron ambos chicos-

--Chris es una excelente nadadora -dijo Lando mientras comía una mazana que Alena le había dado- Por eso no les creí nada a todas ellas-

--Lo siento chicos -dijo la chica algo apenada- Pero queríamos probar su valor -volteo a ver a el resto de varones que había- ¡Y ustedes grupo de ratas! ¡Uno paga el funeral! ¡Enserio! ¡Esperaba más de ustedes! -grito soltando una carcajada-

(...)

Después del pequeño suceso los chicos hicieron una especie de fiesta en el yate, que les duro hasta la hora de volver a la playa.

Al bajar del yate, Lando alzo a la mexicana en brazos mientras corría por el puerto mientras reían como dos enamorados. Con el resto, habían quedado de cenar en un restaurante cercano.

Grande fue la sorpresa de Alena al ver a la familia política de Milena, los reconoció por el niño que estaba con ellos, ¿Es enserio? ¿Dios que te he hecho para que me des esta suerte?, se preguntó la chica, pero decidido ignorarles, Lando que también los vio decidido hacer lo mismo mientras pasaban de largo del grupo de personas.

Cuando el resto llego al restaurante en el que habían planeado cenar, todo se volvió un caos, pero de buena forma, pues Daniel y Max llegaron bailando, Charles y Charlotte los acompañaron y en poco tiempo todos estaban bailando, durante la cena, solo hubo 2 o 3 personas que reconocieron a los pilotos, que por consiguiente se esparció la noticia por el resto del restaurante, pero no es como si al resto de comensales, les importara mucho. Como en el lugar había una especie de mercado nocturno en una de sus calles principales, decidieron pasar por ahí, no se sentirían excluidos los extranjeros, pues había muchísimas personas de otros países, con las que podían hablar un poco, Max encontró a 2 hombres neerlandeses, Alex a una mujer tailandesa, mientras que el resto iba y venia a lo largo de esa calle.

Pasearon por la sección donde vendían bebidas, a las cuales, ni Carlos ni Max se pudieron resistir, pasaron por la sección de pinturas con aerosol, la sección de comida extraña, la sección de bisutería, entre otras, lo que provoco que fuera una de las mejores noches.