Un mal día en la playa

153 11 0
                                    

Dumbledore y Percy salieron de la oficina y caminaron hasta el vestíbulo, Percy permanecía callado mientras el director bajaba las escaleras.

Dumbledore: Tu misión no esta dando muchos avances, se que es diferente a las misiones que los semidioses acostumbran a usar pero recuerden que es esencial si quieren ayudarnos con esta guerra

Percy: Profesor, hay algo que no le he contado, es sobre...

Dumbledore: ¿Una mente maestra detrás de Voldemort?- Percy asiente con la cabeza- lo supuse, al parecer, Voldemort tiene más aliados que en la primera guerra mágica que nosotros no podíamos hacerle frente y no solo podrían poner en riesgo nuestro mundo sino también en el mundo muggle y en el Olimpo- los dos llegaron al vestíbulo y se pararon cerca de las puertas de roble de la entrada

Percy: Con Gaia tuvimos que ir hasta Grecia para enfrentarnos a sus hijos los gigantes pero...ella tiene muchos hijos dioses y ahora esos horrocruxes deben estar en cualquier parte del mundo, si derrotamos a Voldemort ¿cómo podremos contra...

Dumbledore: Cálmate Percy- interrumpió el director- no hay que dar conclusiones rápidas, estoy seguro que su oráculo tendrá las respuestas y te pido que no dejes a Harry solo en estas situaciones- luego Harry apareció rápidamente con la capa invisible

Dumbledore: Me gustaría que se pusieran la capa, por favor- Percy se acerco a Harry y se cubrieron con la capa invisible- muy bien ¿nos vamos?- bajo las escaleras de piedra y Harry y Percy iban a su lado protegidos por la capa aunque les dificultaba caminar porque Percy era más alto y le estaba pisando los talones

Harry: ¡Ay! ¡Mi pie!

Percy: Lo siento

Dumbledore: Más silenciosos, por favor- dijo susurrando y caminaron cerca de la cabaña de Hagrid hasta salir a la calle principal donde ya era de noche, se acercaron a las Tres Escobas donde la camarera Rosmerta acababa de echar a un mago pero Dumbledore le explico que iban a Cabeza de Puerco. Doblaron la esquina del callejón donde chirriaba el letrero de Cabeza de Puerco, los tres no entraron y colocaron sus manos en los brazos de Dumbledore y se aparecieron.

Percy se sintió como si pasaba en un estrecho tubo de goma y no podía respirar, hasta que las tiras invisibles que le oprimían el pecho se soltaron y sintió un aire frio y salado. Percy reconoció el olor a sal y miro el cielo donde la luna brillaba y estaba lleno de estrellas. Estaban parados sobre un montículo de piedras negras y a sus pies el agua se agitaba y hacia espuma, detras de ellos había un acantilado muy alto, un escarpado precipicio negro y liso, de todas las playas que Percy vio nunca vio uno tan deprimente porque no había ningún árbol ni yerba o arena entre el mar y la roca.

 Estaban parados sobre un montículo de piedras negras y a sus pies el agua se agitaba y hacia espuma, detras de ellos había un acantilado muy alto, un escarpado precipicio negro y liso, de todas las playas que Percy vio nunca vio uno tan depriment...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dumbledore: ¿Qué les parece?- les pregunto como si les pidiera su opinión si sería un buen lugar para vacacionar.

Percy: No parece un buen lugar para un día en la playa- opino el semidiós mientras aún sentía esa sensación familiar, el mar era como su segundo hogar.

Percy Jackson y el secreto de la inmortalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora